El príncipe Harry ha estado alejado de la familia real británica desde su decisión de renunciar a sus deberes reales junto a Meghan Markle y mudarse a Estados Unidos en 2020. La decisión de los duques de Sussex de abandonar la corona y establecer una nueva vida en California fue el punto culminante de una serie de conflictos internos que incluyeron tensiones con su hermano, el príncipe Guillermo, y su padre, el rey Carlos III.
La ruptura fue ampliamente cubierta por los medios, revelando la profundidad del conflicto y la complejidad de la situación familiar. El malestar de los hermanos comenzó a intensificarse tras un gesto aparentemente menor, pero cargado de significado que Harry tuvo con Kate Middleton, la princesa de Gales. Cuando la enfermedad de Kate fue anunciada, el príncipe Harry y Meghan Markle emitieron un comunicado público en apoyo a la princesa.
El gesto de Harry que desató la ira de Guillermo

El gesto en cuestión que desató la furia del príncipe Guillermo fue la forma en que su hermano se refirió a Kate Middleton en un comunicado público. Al desearle salud y curación a Kate en el contexto de su enfermedad, Harry y Meghan utilizaron el nombre «Kate» en lugar de «Catherine», que es el nombre formal preferido por la princesa. Para muchos, el uso de ese nombre podría parecer una elección casual e inofensiva, pero para el príncipe de Gales, este detalle fue interpretado como una falta de respeto deliberada.
La preferencia de Kate por el nombre «Catherine» había sido un aspecto conocido, y el uso del nombre más informal en un comunicado tan sensible fue visto por Guillermo como un acto de desprecio hacia su familia. Este conflicto ha servido para profundizar aún más la brecha entre los príncipes. La elección de palabras en el comunicado, aparentemente trivial, se convirtió en un símbolo de la discordia creciente entre Harry y Guillermo.
Por qué Guillermo se molestó con Harry

La falta de comunicación y la interpretación del príncipe Guillermo y el príncipe Harry de las intenciones de cada uno han avivado las llamas del conflicto, contribuyendo a un distanciamiento que parece ser cada vez más irreconciliable. La controversia subraya cómo detalles aparentemente pequeños pueden tener un impacto significativo en las relaciones familiares, especialmente en el contexto de la familia real, donde la imagen pública y el protocolo juegan un papel crucial.
El conflicto entre los hijos del rey Carlos III sigue en pie y al parecer no hay forma de que se pueda recomponer esa relación. Muchos creen que su posible reencuentro en nueva York sea el fin de a guerra que hay entre ellos, sin embargo, para algunos Guillermo y Harry están lejos de recomponer su hermandad y a medida que pasa el tiempo, a indiferencia entre ellos crece cada vez más.