El príncipe Harry ha estado en el centro de la atención mediática debido a su creciente distancia con la familia real británica. La relación del duque de Sussex con su padre, el rey Carlos III, y su hermano, el príncipe Guillermo, se ha deteriorado significativamente en los últimos dos años. Desde su decisión de alejarse de las obligaciones reales y mudarse a los Estados Unidos con su esposa, Meghan Markle, las tensiones han aumentado. Este distanciamiento ha culminado en una serie de desacuerdos y conflictos públicos, con los miembros de la familia real distantes y cada vez más críticos.
Uno de los aspectos más controvertidos de este conflicto es la negativa del príncipe Harry a que su hijo, Archie, continúe una tradición familiar profundamente arraigada en la realeza británica. Esta tradición, que ha sido una parte integral de la vida real durante generaciones, ha sido rechazada por Harry, lo que ha intensificado aún más la brecha entre él y la familia real. A pesar de los esfuerzos por parte de algunos miembros de la familia para reconciliarse, Harry se ha mantenido firme en su postura, enfatizando su desacuerdo con ciertas costumbres de la monarquía.
Tradición familiar que le príncipe Harry no quiere que haga su hijo
Una de las tradiciones más antiguas y controvertidas de la familia real británica es la caza de ciervos en la finca de Balmoral, en Escocia. Esta práctica se remonta a varias generaciones y es considerada una parte esencial de las actividades al aire libre que los miembros de la familia real realizan durante sus estancias en la residencia escocesa. La caza de ciervos se lleva a cabo con un protocolo que incluye una ceremonia denominada «sangría», donde el cazador es untado con la sangre del primer ciervo que mata.
El príncipe Harry ha sido abierto sobre su desagrado hacia esta tradición, particularmente después de su primera experiencia en la caza a los 15 años. En sus memorias, el duque de Sussex describe cómo fue forzado a participar en la ceremonia de la «sangría», lo que le resultó extremadamente desagradable. La práctica, que implica que el cazador se unte la sangre del ciervo en la cara, es vista por muchos como una forma de marcar la transición a la madurez y demostrar competencia en la caza. Para Harry, esta experiencia fue traumática y desagradable, lo que ha influido en su decisión de rechazar esta tradición para sus propios hijos.
Razones del príncipe Harry para rechazar para la tradición para Archie
El príncipe Harry ha expresado claramente su rechazo a que su hijo, Archie, siga la tradición de la caza de ciervos y la ceremonia de la «sangría». Para él, esta práctica es una herencia que no solo es anticuada, sino que también le resulta moralmente cuestionable. El duque ha manifestado su deseo de proteger a sus hijos de experiencias que él considera negativas y traumáticas. En su libro y en varias entrevistas, ha detallado cómo la ceremonia le provocó una gran incomodidad y cómo el recuerdo de aquel evento ha influido en su perspectiva sobre las tradiciones de la familia real.
Además, el rechazo del duque Sussex a esta tradición refleja un cambio en la forma en que percibe el rol de la familia real y sus prácticas. En lugar de continuar con costumbres que considera inapropiadas o desagradables, el príncipe Harry busca establecer un nuevo camino para sus hijos, uno que se alinee más con sus propios valores y principios. Este rechazo ha sido otro punto de fricción con la familia real británica, que sigue valorando estas tradiciones como parte integral de su identidad y legado.