viernes, 13 septiembre 2024

El cierre nuclear sangrará a Endesa e Iberdrola y catapultará la demanda de gas

El cierre del parque nuclear español, orquestado por el Gobierno y sus socios, dejará una herida multidireccional en los balances de Endesa, Iberdrola y sus pares del sector. Los efectos perniciosos de la desaparición irán mucho más lejos que la simple eliminación de una fuente de ingresos, repercutiendo en otros segmentos, como el gasístico.

Un reciente informe de Bloomberg Intelligence, firmado por el analista senior Patricio Álvarez, señala que la eliminación gradual de la energía nuclear podría aumentar la demanda de gas y la volatilidad del mercado a mediano plazo. Este riesgo sigue presente a pesar de que la presión sobre las ganancias nucleares se ha aliviado con la recuperación de los precios spot de la electricidad desde los mínimos del primer trimestre.

A pesar de la inclusión de la energía atómica en la taxonomía ‘verde’ de la UE y su consideración como vector de descarbonización, España ha resuelto seguir su propio camino: cerrará su flota nuclear de 7,4 gigavatios (GW) entre 2027 y 2035. Esta decisión política incrementa el riesgo para las ganancias de las utilities como Endesa o Iberdrola.

EN CONTRASTE CON ALEMANIA, DONDE EL ESTADO CUBRE LOS GASTOS DE LA ELIMINACIÓN NUCLEAR, EN ESPAÑA LAS COMPAÑÍAS OPERADORAS TENDRÁN QUE FINANCIAR LOS MÁS DE 20.000 ‘KILOS’ QUE COSTARÁ EL DESMANTELAMIENTO DE LAS CENTRALES

El desmantelamiento de las instalaciones, que se estima en 20.200 millones de euros y será supervisado por la empresa estatal Enresa, será financiado por Iberdrola, Endesa y otras compañías a través de impuestos unitarios por megavatio hora (MW/h) producido. La regulación en España contrasta con la de Alemania, que cubre los costos de la eliminación progresiva para los operadores.

La última propuesta del regulador prevé que el impuesto aumente un 30%, hasta los 10,30 euros por MW/h, lo que implica que la contribución anual de las empresas podría alcanzar entre 570 y 600 millones de euros, frente a los aproximadamente 450 millones actuales.

La producción de energía nuclear en España alcanzó un mínimo de varios años en marzo, ya que la oferta hidroeléctrica y renovable y la débil demanda provocaron caídas intradía en los precios de la electricidad. El estudio de Bloomberg Intelligence expone que el desplome de los precios, sumado al aumento de la carga de costos nucleares, podría afectar a la valoración de los activos, generando mayores gastos financieros.

chimenea nuclear Merca2.es

Asimismo, se incrementaría la presión sobre el margen operativo, dado el mandato de las empresas de proporcionar energía nuclear de carga base.

El costo fijo promedio de operar una planta nuclear en Europa es de 20 euros por MW/h, según el estudio de costo nivelado de la electricidad de BloombergNEF. Este costo probablemente sea más alto en España debido a la antigüedad de la flota, mientras que los precios de la electricidad se han recuperado a más de 85 euros después de caer por debajo de los 30 euros en el primer trimestre.

Iberdrola y Endesa, los mayores operadores nucleares de España, podrían optar por reducir la producción en momentos de bajos precios en el mercado. La previsible respuesta de la Administración, sostiene el informe, sería tomar medidas para mantener la estabilidad de la red, obligando a las plantas de uranio a operar con pérdidas durante breves periodos.

LA NUCLEAR REPRESENTA CASI UNA CUARTA PARTE DEL ‘MIX’ ELÉCTRICO

Según datos de Foro Nuclear, en 2023 los siete reactores nucleares operativos en nuestro país proporcionaron al sistema 54.275,01 gigavatios hora (GW/h). Esta cifra representa el 20,34% del total de la producción eléctrica neta, a pesar de constituir solo el 5-6% de la flota de generación del país.

La pérdida de esta enorme aportación al mix energético tendría, asevera el estudio, un duro efecto en el mercado gasístico. El cierre de los reactores en España, cuya producción es estable y libre de emisiones, podría aumentar la demanda de gas para generación eléctrica en 30-40 TW/h entre 2027 y 2035, según nuestro análisis, asumiendo que las plantas de gas son el único sustituto.

Dado el mayor factor de carga de la energía nuclear (90%) frente a la solar y eólica, y la falta de almacenamiento a gran escala, este contexto podría elevar el consumo de gas en medio de la intermitencia de las renovables.

LA DESAPARICIÓN DE LA APORTACIÓN NUCLEAR AL ‘MIX’ PODRÍA AUMENTAR LA EXPOSICIÓN DE LA TARIFA ELÉCTRICA A LOS PRECIOS DE MATERIAS PRIMAS COMO EL GAS

Aunque la eliminación progresiva de la energía nuclear probablemente no altere la tendencia a la baja a largo plazo en la demanda de gas en España, podría extender la exposición de los precios mayoristas de la electricidad al riesgo de los precios de las materias primas y al aumento de los costos de los derechos de emisión de carbono. Por otro lado, una mayor volatilidad del mercado podría tener un efecto positivo para el rendimiento hidroeléctrico y comercial de las empresas de servicios públicos.

El costo de reconstruir la flota nuclear de España podría ascender a entre 50.000 y 52.000 millones de euros, según los análisis realizados por Bloomberg de las plantas en construcción en otros lugares de Europa.


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