La industria automotriz española se enfrenta a un momento de desafíos y adaptación, y la emblemática fábrica de Ford en Almussafes, Valencia, no es la excepción. La dirección de esta planta ha informado a los sindicatos sobre una parada en la producción de motores, resaltando las dificultades que la compañía enfrenta en el contexto actual.
La fábrica de Ford en Almussafes mantiene un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) vigente hasta el 31 de diciembre de este año, que afecta diariamente a 996 trabajadores y contempla 25 días de parada total. Ahora, la dirección ha comunicado a los sindicatos que detendrá la producción en las líneas de montaje de motor el próximo viernes 6 de septiembre, justificando esta decisión «a la vista de la situación actual».
Este ajuste en el calendario de producción forma parte de las medidas que Ford está implementando para adaptarse a las condiciones del mercado. La compañía ha señalado que, después de 2025, se prevé un mecanismo transitorio hasta que llegue a Almussafes la fabricación de un nuevo vehículo multienergía en 2027.
Acuerdo de Reestructuración con UGT
Paralelamente, la dirección de la fábrica y el sindicato UGT cerraron a principios de julio un acuerdo para aplicar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) a 626 trabajadores. Este plan contempla indemnizaciones económicas de hasta 40.000 euros para empleados menores de 54 años, y un plan de prejubilaciones a partir de los 53 años.
Según el sindicato mayoritario en la planta, UGT, este jueves emplazaron a la dirección europea de Ford a definir el calendario de las actuaciones e inversiones necesarias para que la planta pueda afrontar el lanzamiento del nuevo vehículo multienergía en 2027. Esta transición tecnológica y de producto será fundamental para asegurar el futuro de la fábrica y mantener su competitividad en el mercado.
Desafíos y Oportunidades para la Industria Automotriz
La situación en la planta de Ford Almussafes refleja los desafíos que enfrenta la industria automotriz española en su conjunto. Las fluctuaciones del mercado, los cambios tecnológicos y las presiones regulatorias obligan a las empresas a implementar ajustes y reestructuraciones para mantener su competitividad.
Sin embargo, esta coyuntura también representa oportunidades para que las compañías y los trabajadores se preparen y adapten a las nuevas tendencias del sector. La transición hacia vehículos multienergía, la digitalización de los procesos y la sostenibilidad serán factores clave para determinar el éxito y la continuidad de las plantas automotrices en España.
En este contexto, el diálogo y la cooperación entre la dirección, los sindicatos y las autoridades serán fundamentales para encontrar soluciones que protejan el empleo, fomenten la innovación y aseguren el futuro a largo plazo de la industria automotriz en la Comunidad Valenciana y en todo el país.