Sin duda alguna, los usos que se le pueden dar a herramientas de inteligencia artificial (IA) como ChatGPT no paran de sorprender. Hemos presenciado casos en los que los usuarios emplean este chatbot para «predecir» el futuro, realizar trabajos académicos, resolver inquietudes amorosas, entre otras funciones a las que les han sabido sacar provecho. Sin embargo, hoy hablaremos acerca de una situación bastante peculiar, en la que un sujeto pretendió hacerse rico gracias a esta IA.
Como lo hemos dicho en ocasiones anteriores, las finanzas hacen parte de los temas sobre los cuales no deberías pedirle ayuda a ChatGPT, ya que al tratarse de una herramienta que todavía cuenta con ciertas limitaciones, sería irresponsable encomendarle el bolsillo propio a una tecnología que aún no tiene la capacidad de mejorar el poder adquisitivo de los usuarios que la frecuentan. Por ello, hoy abordaremos el caso de una de las personas que cayó en este error, para que así compruebes que no siempre resulta útil contar con este chatbot como asistente.
1Le pidió a ChatGPT que le llenara los bolsillos y ahora no se sabe nada de él
Hace un tiempo, Jackson Greathouse Fall, un fanático del mundo de las criptomonedas y promotor de la inteligencia artificial, empezó a llamar la atención en X (antes Twitter) debido a que estaba compartiendo públicamente el proceso que se encontraba llevando a cabo con ChatGPT para hacerse rico a partir de 100 dólares.
Para ser más exactos, Fall le solicitó ayuda a la herramienta de OpenAI para transformar esos 100 dólares en ganancias exorbitantes, a lo que ChatGPT respondió con una propuesta llamada Green Gadget Guru, un sitio web para ganar dinero a través de publicidad y enlaces de afiliados a partir de la tecnología sostenible.
Después de un tiempo generando grandes ganancias, según el usuario, el modelo de negocio ideado por ChatGPT sufrió una caída estrepitosa que dejó a Fall en el limbo mediático. ¿Qué fue lo que sucedió?