El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha evidenciado un problema preocupante en las infraestructuras de Cataluña. Según sus declaraciones, el 50% de todas las incidencias ajenas a la infraestructura que se producen en España tienen lugar en esta comunidad autónoma. Esto apunta a un claro déficit en la seguridad y el mantenimiento de las vías de transporte en la región.
El ministro ha señalado que Cataluña concentra el 25% de la red de trenes de cercanías de todo el país, pero allí se producen el 50% de las incidencias. Uno de los principales problemas identificados son los apedreamientos de trenes y los cortes de catenaria, los cuales parecen ser un fenómeno exclusivo de esta comunidad. Puente ha cuestionado la responsabilidad de la Generalitat en la seguridad de estas infraestructuras, ya que los Mossos d’Esquadra tienen la competencia en esta materia.
El Déficit De Inversión En Las Infraestructuras Catalanas
Además del problema de seguridad, Puente también ha reconocido que las infraestructuras en Cataluña han estado abandonadas durante mucho tiempo. Esto se ve reflejado en el déficit de inversión que la región ha sufrido en comparación con otras zonas del país.
Según un informe citado por Junts, entre 1990 y 2018, la inversión en cercanías destinada a Cataluña fue del 17%, frente al 48% destinado a Madrid. Sin embargo, Puente ha afirmado que desde 2018, su Gobierno está «poniendo remedio» a esta situación.
El Compromiso Del Gobierno Con Las Infraestructuras Catalanas
El ministro ha defendido que, en la actualidad, Cataluña es la comunidad autónoma a la que más inversiones destina su Ministerio, seguida por Andalucía. Según sus datos, en 2022 se invirtieron 940 millones de euros en infraestructuras en Cataluña, una cifra que ha ido creciendo desde los 860 millones de 2021 y los 637 millones de 2020. Para este año 2023, se prevé que la inversión supere la cifra del ejercicio pasado, con 400 millones de euros invertidos entre enero y mayo.
Estas cifras reflejan el compromiso del Gobierno actual por mejorar las infraestructuras catalanas y atender a las necesidades de movilidad de la región. Sin embargo, queda un largo camino por recorrer para subsanar los años de abandono y garantizar una red de transporte eficiente y segura para todos los ciudadanos.