viernes, 1 noviembre 2024

Según el Banco de España, el envejecimiento poblacional limita la movilidad en el empleo

El Banco de España ha publicado un exhaustivo análisis sobre el efecto del envejecimiento de la población en la dinámica del mercado laboral en las últimas décadas. Este revelador artículo expone cómo los cambios en la estructura demográfica han influido de manera notable en las tasas de entrada, salida y movilidad dentro del empleo.

En las últimas dos décadas, se ha observado una disminución significativa del peso de los trabajadores más jóvenes (menores de 35 años), que han pasado de representar el 46,3% del empleo en 2005 al 28,6% en 2022. Por el contrario, los grupos de mayor edad (45-54 años y 55 años o más) han incrementado su presencia, llegando a suponer casi la mitad (45%) del total de empleados en 2022.

El Impacto del Envejecimiento en los Flujos Laborales

El Banco de España ha cuantificado el impacto de este envejecimiento poblacional en los principales flujos laborales del mercado de trabajo español durante el periodo 2005-2022.

Tasa de Entrada al Empleo: De acuerdo con el análisis, de no haber ocurrido el proceso de envejecimiento, la tasa de entrada al empleo en 2022 habría sido ocho décimas más alta, lo que equivale a aproximadamente 122.670 entradas adicionales al empleo en un mes.

Tasa de Salida del Empleo: Asimismo, la tasa de salida al desempleo habría sido seis décimas superior a la observada en 2022 sin el envejecimiento, lo que se traduce en unas 89.590 salidas adicionales del empleo en un mes.

Movilidad Empleo-Empleo: Por último, la tasa de movimiento de un empleo a otro habría sido medio punto superior a la registrada en 2022 en ausencia del envejecimiento, lo que corresponde a aproximadamente 82.102 movimientos empleo-empleo adicionales en un mes.

Implicaciones para el Futuro

El Banco de España advierte que, en las próximas décadas, el envejecimiento de la población trabajadora en España se acentuará aún más, lo que reducirá aún más el dinamismo de los flujos laborales en el mercado de trabajo.

Esta tendencia podría dificultar los procesos de reasignación sectorial y ocupacional de los trabajadores necesarios para afrontar los retos de la transición digital y energética, así como para impulsar el crecimiento de la productividad, a menos que se implementen medidas correctoras tanto en el ámbito demográfico como en las políticas de empleo y formación.

En este contexto, resulta clave fomentar la movilidad laboral, especialmente entre los trabajadores más jóvenes, quienes presentan tasas de entrada, salida y cambio de empleo significativamente más altas que los grupos de mayor edad. Esto permitirá agilizar los procesos de ajuste y reasignación necesarios para adaptarse a los cambios estructurales que experimenta el mercado de trabajo.


- Publicidad -