viernes, 13 septiembre 2024

Uber prueba en Nueva York un proyecto que amenaza a los conductores en España

No pasará hoy, y no pasará mañana, pero los vehículos autónomos ocupan un espacio cada vez mayor a la hora de pensar en el futuro de negocios como el transporte, sea de pasajeros o de mercancías, y el delivery y Uber no son ajenos. La empresa espera que durante 2025 los nuevos coches de General Motors sirvan para que una flota de vehículos autónomos empiece a operar en Nueva York. Es un aviso importante para quienes trabajan como conductores de este tipo de plataformas de que el negocio puede cambiar. 

Es el segundo intento de Uber y General Motors, pero la primera vez no terminó tan bien como se esperaba. El pasado mes de octubre dejó de funcionar del todo el intento en San Francisco debido a la larga lista de colisiones en el servicio, sin embargo, a medida que pasa el tiempo también ha avanzado la tecnología de varias empresas que permitirán que sean varias los sectores que reemplacen puestos de trabajo, 

Se suma que Nueva York es una de las ciudades claves dentro del negocio de la empresa en Estados Unidosy, por tanto, de todo el mundo. No es un detalle menor y puede ser importante para la evolución de todo el sector, además de ser un paso interesante para que se acepte el uso rutinario de coches y vehículos autónomos. Por supuesto, tendrían que ser capaces de demostrar que la nueva tecnología finalmente es segura, algo que ha sido algo más largo de lo esperado cuando se empezó a presentar la tecnología. 

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Además, sería interesante ver cómo responden otras empresas del sector que han trabajado por años con esta tecnología. Es el caso Tesla, que viene presumiendo su tecnología de coches autónomos casi desde su fundación, y también de las competidoras de Uber tanto en Estados Unidos como en Europa, pues si bien la tecnología no se ha aprobado de este lado del charco, parece solo cuestión de tiempo. 

LOS EMPLEOS DE LOS CONDUCTORES DE UBER

Lo cierto es que para Uber sería resolver uno de sus grandes problemas históricos de reputación. La relación con los conductores siempre ha sido delicada, y lo que tiene que ver con su remuneración siempre ha sido delicada, de hecho las negociaciones para el convenio del sector de las VTC en Madrid se alargaron durante meses por lo complicado de conseguir un equilibrio entre el funcionamiento del sector y la necesidad económica de los trabajadores. En la actualidad muchos de ellos terminan trabajando turnos de hasta 12 horas, lo que llega a ser peligroso para ellos y demás usuarios de las vías. 

Por otro lado, si algo demuestran las dudas alrededor de estos proyectos es que los vehículos no llegarán a las calles de la Gran Manzana hasta meses después de la aprobación de los permisos por parte de la alcaldía de la ciudad. Saben que cada vez que uno de estos proyectos fracase, y sobre todo si el fracaso se da por motivos de seguridad, se complica que la tecnología sea aceptada por el gran público. Esto sería un problema no solo para General Motors, sino para una Uber que sigue apostando por la innovación para mantener la distancia con la competencia. 

La preocupación pasa entonces al riesgo de que miles de conductores se queden sin un puesto de trabajo. La tecnología aún no está lista, y de hecho se espera que en esta primera prueba los vehículos estén acompañados de lo que la ciudad llama ‘conductores de seguridad’. Se suma que no es un campo de pruebas fácil, después de todo Nueva York es una de las ciudades con el peor tráfico del mundo. Al mismo tiempo, si funciona eso, puede permitir un ejemplo claro de por qué se debe aplicar a otras ciudades donde esto puede facilitar la situación del transporte.

LA SITUACIÓN DE LOS TRABAJADORES

Lo cierto es que los trabajadores del sector están ya en una situación complicada sin competir con vehículos que se manejen solos. Incluso si es común que algunos sindicatos señalen que son trabajadores irreemplazables, lo cierto es que a medida que avance la tecnología será más fácil intentar que no estén detrás del volante cuando un Uber o un Taxi lleguen a la puerta a buscarnos. 

Se trata de otra alarma sobre los riesgos de estas tecnologías si no estamos preparados para adaptarnos a su llegada. De momento, la advertencia está en el otro lado del océano, pero sigue siendo en una de las ciudades más importantes del mundo y una que suele marcar pauta en estos casos.


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