Lastimosamente, cada vez es más común observar mensajes (públicos y privados) cargados de odio en las diferentes redes sociales. En gran parte, esto sucede porque algunos usuarios piensan que por el hecho de estar en Internet tienen derecho a decir y a hacer lo que quieran, sin importar las consecuencias negativas que podrían generar en las demás personas. Por esta razón, cada vez urge más tomar medidas al respecto, pues se trata de una problemática que sigue cobrando vidas alrededor del mundo.
Si a lo anterior le agregamos el factor impunidad, todo se torna mucho peor. Y es que son muy pocos los casos en los que aquellas personas que maltratan psicológicamente a otras o que promueven discursos de odio contra comunidades en redes sociales pagan por lo que hacen; es más, muchas de ellas siguen con su cuenta activa en este momento, lo cual los hace sentir invencibles y genera la sensación de que cualquiera podría actuar de la misma forma sin que exista represalia alguna.
1Prohibir el acceso a las redes sociales
De cara a la creciente proliferación de los discursos cargados de odio y mensajes falsos en las redes sociales, el fiscal de Delitos de Odio y Discriminación, Miguel Ángel Aguilar, considera que la solución definitiva para este flagelo consiste en prohibirle el acceso a este tipo de plataformas a todos aquellos que cometan esta clase de delitos de forma grave. Pero, ¿cómo sería posible esto?
Para cumplir con lo que propone Aguilar, el propio fiscal afirma que los usuarios de las redes sociales deberían estar «debidamente identificados», es decir, que la justicia tendría que contar con el poder de identificar a cada una de las personas que se encuentran detrás de los perfiles en este tipo de entornos digitales; asunto que hoy en día no es posible.
