Las vacaciones familiares de la reina Letizia y la princesa Leonor, aunque parecen idílicas desde fuera, están siendo más complicadas de lo que aparentan. La familia real decidió tomarse un descanso antes de que la heredera al trono retome sus clases en la academia militar. Sin embargo, lo que debería haber sido un periodo de relajación y unidad, se ha visto empañado por algunas tensiones entre madre e hija.
A pesar de estar en un entorno de lujo y tranquilidad, las diferencias entre Leonor y su madre han surgido con más fuerza. La princesa, que ha ganado en madurez y autonomía desde que empezó a estudiar fuera de casa, se encuentra en un punto donde su deseo de independencia choca con la estricta supervisión de la reina. Estos roces han generado tensiones que Letizia no esperaba justo antes de que la hija del rey Felipe VI comience sus clases.
1El deseo de Leonor y la negativa de Letizia

Leonor, tras pasar tiempo en Gales y ahora en la academia militar, ha desarrollado un fuerte deseo de vivir su vida con más libertad. Durante las vacaciones, la princesa expresó su deseo de explorar y disfrutar de la vida nocturna del lugar donde se encontraban, una petición que la reina Letizia rechazó de plano. Siempre preocupada por la seguridad y la imagen de su hija, considera que es demasiado arriesgado para Leonor moverse libremente sin la protección adecuada y sin un control más estricto.
Este choque entre los deseos de independencia de Leonor y la necesidad de control de Letizia ha sido fuente de discusión entre madre e hija. Leonor se siente frustrada por la constante vigilancia y por no poder disfrutar de una libertad que considera merecida, especialmente después de haberse adaptado a un estilo de vida más independiente fuera de casa. Sin embargo, Letizia no está dispuesta a ceder, temiendo que cualquier paso en falso pueda afectar tanto a la seguridad de su hija como a la imagen pública de la familia real.
En la siguiente página te contamos la medida que ha tomado Letizia ante la complicada situación.