miércoles, 18 septiembre 2024

Tensión entre el Gobierno de Italia y Stellantis: Críticas por la falta de avances en la gigafactoría de baterías

La industria automotriz italiana se encuentra en un momento crucial, con el Gobierno liderando una batalla por atraer la inversión en infraestructura clave para el futuro de la movilidad eléctrica. En el centro de esta disputa se encuentra el proyecto de la gigafactoría de baterías que el grupo Stellantis había anunciado para la ciudad de Termoli, una pieza fundamental para el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR) del país.

Sin embargo, el ministro de Empresa y ‘Made in Italy’, Adolfo Urso, ha elevado el tono al criticar la falta de respuesta de Stellantis sobre sus planes para este proyecto. Con el tiempo agotándose, el Gobierno italiano ha advertido que de no recibir una respuesta positiva, desviarán los fondos públicos destinados a la gigafactoría hacia otras iniciativas.

La Presión Sobre Stellantis

Stellantis, el gigante automotriz fruto de la fusión entre Fiat Chrysler y PSA, había anunciado planes para construir una gigafactoría de baterías en Termoli, Italia, como parte de una joint venture con Mercedes-Benz y TotalEnergies. Sin embargo, en junio la compañía anunció la paralización de este proyecto y otro similar en Alemania, citando la débil demanda de vehículos eléctricos.

Esto ha puesto en alerta al Gobierno italiano, que a través de su ministro Urso ha exigido una respuesta clara de Stellantis. «Hemos estado esperando estas respuestas durante demasiado tiempo», ha señalado el ministro, advirtiendo que de no recibir una respuesta positiva, los fondos reservados para este proyecto serán redirigidos a otras iniciativas.

La gigafactoría de Termoli era un proyecto clave para el PNRR, con una inversión proyectada de alrededor de 2.000 millones de euros, incluyendo 370 millones en subvenciones públicas. Su puesta en marcha estaba prevista para 2026, convirtiéndose en un elemento esencial para posicionar a Italia como un centro de producción de baterías para vehículos eléctricos.

Abriendo Nuevos Caminos

Consciente de la importancia estratégica de esta industria, el Gobierno italiano no se ha quedado de brazos cruzados. Urso confirmó que mantienen «conversaciones avanzadas» con fabricantes de automóviles chinos interesados en establecer plantas de producción en suelo italiano.

Esta movida podría compensar, al menos en parte, la eventual pérdida de la gigafactoría de Stellantis. La atracción de nuevas inversiones extranjeras en el sector automotriz sería un soplo de aire fresco para la industria italiana, que busca posicionarse como un hub clave en la transición hacia la movilidad eléctrica.

Con el reloj en contra, el Gobierno italiano ha dejado claro que no tolerará más demoras o incertidumbres por parte de Stellantis. La batalla por la gigafactoría de Termoli es una prueba de fuego para la capacidad del país de mantener su competitividad en un sector en rápida transformación.


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