jueves, 19 septiembre 2024

Japón informa un IPC del 2,7% en julio, aunque la tasa subyacente sigue en números negativos desde 2022

En los últimos meses, la tasa de inflación en Japón ha sido un tema de gran relevancia para la economía y la política monetaria del país. Según los datos publicados por el Ministerio del Interior y Comunicaciones de Japón, la tasa de inflación de referencia, que excluye el impacto del precio de los alimentos frescos, alcanzó el 2,7% en julio, una décima por encima de la lectura de junio.

Esta cifra mantiene al índice de inflación de referencia por encima de la meta del 2% del Banco de Japón desde marzo de 2022. Sin embargo, la tasa de inflación general se mantuvo estable en el 2,8% por tercer mes consecutivo, mientras que la tasa de inflación subyacente, que excluye tanto los alimentos frescos como la energía, disminuyó al 1,9% desde el 2,2% de junio.

EL ANÁLISIS DEL BANCO DE JAPÓN

Según el análisis del Banco de Japón, la caída de la tasa de inflación subyacente por debajo del 2% por primera vez desde 2022 y la perspectiva de que siga bajando, reducen las razones para un mayor ajuste monetario. Marcel Thieliant, economista principal para Asia Pacífico de Capital Economics, señala que la mayor preocupación para el Banco de Japón debería ser la fuerte desaceleración de la inflación de los servicios, ya que pone en duda la narrativa de que un crecimiento salarial más rápido está impulsando las presiones de costes.

En su última reunión, celebrada el 31 de julio, el Consejo de Política del Banco de Japón decidió elevar el tipo de interés de referencia hasta el 0,25% desde el rango del 0% al 0,1%, situando así la tasa en máximos desde 2008. Además, la entidad anunció que tiene previsto reducir el monto mensual de sus compras mensuales de bonos soberanos hasta «alrededor de 3 billones de yenes» (18.000 millones de euros) en enero-marzo de 2026.

REVISIÓN DE LAS PREVISIONES ECONÓMICAS

Junto a las decisiones sobre política monetaria, el Banco de Japón presentó a finales de julio su nuevo cuadro macroeconómico para la economía del país. En este, se observa una revisión a la baja de las proyecciones de crecimiento del PIB y un ajuste a la baja de la previsión de inflación para este año, aunque de cara a 2025 se revisó al alza la previsión.

Específicamente, la institución espera ahora que el PIB de Japón crecerá en 2024 un 0,6%, dos décimas menos que en su pronóstico de abril, mientras que en 2025 y 2026 confirmó la expectativa de una expansión del 1% en cada ejercicio. En cuanto a la inflación de referencia, sin tener en cuenta los alimentos frescos, la entidad ahora anticipa una subida de los precios del 2,5% en 2025, tres décimas menos, pero revisó al 2,1% desde el 1,9% el pronóstico para 2025, mientras que confirmó la previsión de una subida del 1,9% en 2026.

En resumen, la situación de la inflación en Japón sigue siendo un desafío importante para el Banco de Japón, que ha tenido que ajustar su política monetaria y sus previsiones económicas para hacer frente a esta compleja coyuntura. Los últimos datos muestran señales de moderación en las presiones inflacionarias, pero aún queda un camino por recorrer para alcanzar la meta del 2% fijada por la entidad.


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