jueves, 12 septiembre 2024

Iberdrola da un nuevo paso en el maratón administrativo para la fusión con Avangrid

Iberdrola ya ha superado el primer escollo para fagocitar a la que fuera su subsidiaria en el mercado energético de EEUU: Avangrid. La eléctrica española ha recibido el visto bueno de la Comisión de Bolsa y Valores estadounidense (SEC, por sus siglas en inglés) para la operación, con lo que la primera etapa del rally burocrático queda atrás.

El 17 de mayo, Iberdrola firmó el acuerdo para la adquisición de la participación minoritaria que aún no poseía de su filial estadounidense Avangrid. El consejo de administración de Avangrid aprobó la transacción tras la recomendación del comité constituido específicamente para esta operación (Special Committee), formado íntegramente por consejeros independientes.

Un mes y medio después, el 30 de julio, se envió a la SEC el informe preliminar para la fusión. El documento, consultado por este medio, expresa las condiciones del acuerdo: Iberdrola adquirirá el 18,4% del capital que todavía no controla de Avangrid por 35,75 dólares por acción (32,09 euros), lo que se traduce en una inversión de 2.551 millones de dólares (unos 2.289 millones de euros al cambio actual). Tras el cierre de la fusión, se solicitará la exclusión de las acciones de Avangrid de la Bolsa de Nueva York.

En su momento, estas condiciones también recibieron el beneplácito unánime de los miembros del consejo de administración de la matriz.

UN ‘TOUR DE FORCE’ BUROCRÁTICO POR DELANTE

La resolución favorable de la comisión bursátil estadounidense ha sido apoyada por el special committee de Avangrid y el banco de inversión Moelis, contratado por la SEC para llevar a cabo labores de análisis y asesoramiento financiero.

Moelis considera que la operación es «justa, desde el punto de vista financiero» para los tenedores de acciones de Avangrid; mientras que, en sentido contrario, Morgan Stanley ha manifestado que los inversores de Iberdrola también reciben un trato ecuánime.

Queda, sin embargo, una auténtica montaña de papeleo por resolver, frente a una tupida maraña de entidades administrativas. El siguiente paso corresponde a Avangrid, que debe someter la fusión a la aprobación de sus inversores. Con ese fin, ha fijado la fecha de su junta general de accionistas el 26 de septiembre, en Boston (Massachussets, EEUU).

UNA VEZ LA OPERACIÓN HAYA RECIBIDO EL BENEPLÁCITO DE LOS ACCIONISTAS DE AVANGRID, TENDRÁ QUE PASAR POR la Comisión Federal de Regulación de Energía (FERC), la Comisión de Servicios del estado de Maine (MPUC) y el Departamento de Servicios del Estado de Nueva York (NYPSC)

En el informe sometido a la SEC, la todavía filial estadounidense de Iberdrola recomendaba a sus accionistas que den su visto bueno, subrayando que el precio de 35,75 dólares por acción «representa una prima del 11.4% sobre el precio de cierre de la acción de Avangrid (32,08 dólares o 29,37 euros) el pasado 6 de marzo, último día de mercado antes de que Avangrid anunciara la recepción de la oferta no solicitada de la matriz».

Una vez superado este trámite, los detalles del pacto tendrán que ser examinados por todo un catálogo de organismos oficiales: la Comisión Federal de Regulación de Energía (FERC), la Comisión de Servicios Públicos del estado de Maine (MPUC) y el Departamento de Servicios Públicos del Estado de Nueva York (NYPSC).

EL ILUSO DESEO DE IBERDROLA Y AVANGRID: CERRAR TODO ESTE MISMO AÑO

La esperanza de Iberdrola y Avangrid es cerrar la fusión antes de fin de año, acelerando, en la medida de lo posible, el ‘manoseo’ burocrático del pliego de condiciones dispuesto por ambas mercantiles. No obstante, el galimatías de administraciones involucradas bien podría prolongar la operación mucho más allá del plazo deseado por las compañías.

En declaraciones a MERCA2Diego Morín, analista de IG, consideró que «la operación de compra de Iberdrola sobre Avangrid en suelo americano tendrá que esperar, pudiendo alargarse más de un año, hasta junio de 2025″.


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