El adjetivo ‘desalentador’ no peca de excesivo a la hora de describir el panorama del vehículo eléctrico en España. Las cifras, tozudas ellas, constatan que ni las ventas ni la infraestructura de apoyo dan la talla, dejando la descarbonización del parque móvil nacional a la altura del betún en comparación con nuestros pares europeos. En medio de tanta oscuridad, las recargas ultrarrápidas de Elon Musk y las buenas perspectivas de negocio en el segmento de las dos ruedas han llegado como sendos fogonazos de esperanza.
POCOS PUNTOS DE RECARGA
El año pasado, se instalaron en nuestro país 11.173 nuevos puntos de recarga, alcanzando un total de 29.301, según el Barómetro de Electromovilidad 2023 de Anfac. España progresa en la red de repostaje, pero a paso de tortuga y muy lejos de los objetivos establecidos en la normativa. Los casi 30.000 nuevos enclaves ni se acercan al mínimo de 45.000 fijado para 2023 para alcanzar las metas marcadas en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y en el programa europeo Fit for 55.
Anfac señala que, con una media de 610 puntos de recarga eléctrica de acceso público por millón de habitantes, nuestro país se encuentra a años luz de la media europea, que se situó a cierre de 2023 en 1.408 puntos.
La cantidad no es el único aspecto problemático; también la calidad. De los 29.301 puntos de recarga de acceso público, solo 5.690, menos de una cuarta parte, son de carga rápida. Desde Anfac se señala que la calidad de las recargas, es decir, la potencia, es un atributo igual de importante que el número de puestos.
TESLA RECOGE EL TESTIGO DE IBERDROLA
En este aspecto, hasta ahora solo Iberdrola y, en menor medida, Endesa, han ‘tirado del carro’. La compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán ha instalado más de 6.000 recargas públicas, a las que hay que añadir 1.700 más en construcción y otras 3.200 pendientes de tramitación administrativa, y mantiene el objetivo de aumentar la red hasta que haya una estación de recarga rápida cada menos de 50 kilómetros.
La presencia de la multinacional tecnológica Tesla en este área es más modesta, pero supone un impulso en la dirección correcta. El pasado 21 de agosto, el coloso liderado por Elon Musk anunció que su red española de supercargadores ha superado los 720 puntos de recarga, distribuidos en más de 75 estaciones.
Este verano, Tesla ha abierto cinco nuevas ‘electrolineras’ en Vitoria, Aldaia -Centro Comercial Bonaire- (Valencia), Estepona (Málaga), Torre del Mar (Málaga) y La Roca Village (Barcelona). La compañía indica que en lo que llevamos de 2024 ha puesto en marcha 12 nuevas estaciones con 112 postes eléctricos de 250 kilovatios (kW) y ha ampliado siete existentes, añadiendo 40 nuevos postes de 250 kW.
LA MULTINACIONAL LIDERADA POR ELON MUSK HA INSTALADO EN ESPAÑA 720 PUNTOS DE RECARGA ULTRARRÁPIDA, ALIMENTADOS POR ENERGÍA 100% RENOVABLE
Esto significa que, en el mes de agosto, ya ha superado el número de aperturas de años anteriores, con nuevas estaciones en Ocaña o La Jonquera, entre otras. Por otra parte, se han comenzado las tareas de modernización en algunas estaciones para incorporar los cargadores eléctricos de última generación.
Tesla sostiene que 2022, su red de recarga en España ha suministrado energía 100% renovable, permitiendo a los conductores recorrer más de 350 millones de kilómetros sin emisiones, «lo que equivale a aproximadamente 500 viajes (ida y vuelta) a la Luna».
Su red de supercargadores en España cuenta con una media de 10 postes por estación, con una potencia mínima de 150 kW. Casi el 70% del total de los postes que opera Tesla tienen una potencia de 250 kW, lo que se traduce en hasta 275 kilómetros adicionales en solo 15 minutos de carga.
LA REALIDAD DEL COCHE ELÉCTRICO EN ESPAÑA
La deficiente infraestructura de recarga es uno de los principales factores que determinan la escasa penetración del vehículo eléctrico en España. Nuestro país ocupa el puesto número 20, octavo por la cola, en la lista de los países miembros de la UE con mayor cuota de electrificación del parque móvil: tan solo un 4,7% de los turismos son eléctricos.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte que la escasez y mal estado de los cargadores no es el único problema al que se enfrentan los propietarios. Los altos precios y la falta de autonomía también constituyen obstáculos que frenan su desarrollo y adopción generalizada.
Adquirir un coche eléctrico sigue suponiendo un gasto muy superior al de su equivalente en gasolina, siendo entre 5.000 y 18.000 euros más caros según el modelo, incluso con las ayudas del Plan Moves III. La organización realizó una investigación sobre los automóviles que se pueden beneficiar de estas ayudas y concluyó que solo tres modelos cuentan con un precio inferior a los 30.000 euros después de los descuentos.
Así, la transición ecológica del parque móvil se convierte en «un lujo accesible solo para los más privilegiados», denuncia la OCU.
A FALTA DE COCHES, BUENAS SON MOTOS
Sin embargo, la electrificación no está reservada solo a las cuatro ruedas; también las motocicletas están llamadas a la descarbonización. Y aquí sí que hay buenas noticias: según datos de la consultora MSI difundidos por Velca, el año próximo las ventas de motocicletas eléctricas en España crecerán un 5% interanual, hasta alrededor de 10.000 unidades comercializadas.
Esta tendencia a favor de las dos ruedas eléctricas podría consolidarse, e incluso mejorar las previsiones, si la Administración pública articulara a partir de 2025 un plan de ayudas «directas, fáciles e inmediatas» a la compra, lo que permitiría «dar un giro de 180 grados a la actual dinámica del mercado de eléctricos».
Velca afirma que ya ha probado en los dos últimos años que esas mejoras sí funcionan al lanzar su propio ‘Moves’ privado «sin papeleos, sin tiempos de espera y no tributable porque el incentivo lo ve el usuario aplicado directamente en la factura».
De hecho, recuerda que en 2022 consiguió vender en un mes el 40% de la facturación del ejercicio, mientras que en 2023 logró triplicar las ventas respecto a un mes convencional.
