Recientemente, se ha confirmado que el rey Carlos III está en tratamiento para el cáncer, lo que ha llevado a una serie de compromisos y apariciones públicas que han demostrado su firmeza en el cumplimiento de sus deberes reales. Sin embargo, esta situación de salud no ha frenado el creciente malestar que siente el monarca hacia su hermano, el príncipe Andrés. A pesar de estar enfocado en su tratamiento y en sus responsabilidades, Carlos III ha decidido tomar medidas drásticas contra Andrés, llevándolo al borde del desalojo de su residencia actual, el Royal Lodge.
El rey Carlos III ha decidido acelerar el proceso para que su hermano deje la Royal Lodge, un gesto que refleja la tensión creciente entre ambos. El monarca británico ha empezado a presionar al príncipe Andrés de manera contundente, intensificando el conflicto que ha surgido debido a la complicada situación de Andrés con la familia real y sus problemas legales recientes. Esta decisión no solo refleja el deterioro de su relación, sino que también pone en evidencia la determinación de Carlos III de hacer cumplir su autoridad y tomar medidas drásticas para resolver los conflictos familiares.
Razones detrás del intento de desalojo del rey Carlos III a su hermano
El enfado de Carlos III con su hermano ha culminado en una medida drástica: la eliminación del equipo de seguridad privada del príncipe Andrés, compuesto por diez personas. Según The Sun, el rey ha informado que estos servicios ya no serán necesarios a partir del próximo mes de octubre, una decisión que busca ejercer presión directa sobre el príncipe Andrés para que abandone Royal Lodge, la residencia que comparte con su exmujer, Sarah Ferguson. La falta de un equipo de seguridad financiado por la familia real obliga a Andrés a asumir estos costos por sí mismo, un gasto que podría resultar insostenible y, por ende, forzarlo a dejar la residencia.
Carlos III había advertido previamente sobre su intención de tomar medidas si Andrés no accedía a abandonar Royal Lodge. La propuesta del rey incluye un traslado a Frogmore Cottage, una vivienda mucho más modesta que previamente fue residencia de los duques de Sussex. Este cambio es visto por Carlos III como una solución adecuada para el nuevo estatus de Andrés, quien se ha visto excluido de las funciones oficiales de la familia real desde 2019, tras su controvertida entrevista y el escándalo relacionado con Jeffrey Epstein.
El plan del rey Carlos III contra el príncipe Andrés
Carlos III ha diseñado un plan que va más allá de la simple retirada de seguridad. La estrategia del monarca incluye una serie de maniobras que buscan no solo forzar el desalojo, sino también humillar a Andrés en el proceso. La decisión de retirar el equipo de seguridad se alinea con una serie de presiones adicionales que buscan hacer la vida en Royal Lodge insostenible para el príncipe. La falta de protección adecuada y la posibilidad de que el príncipe Andrés tenga que cubrir personalmente los costos de mantenimiento y seguridad podrían acelerar su salida de la residencia.
Este plan, que combina la presión económica con la falta de seguridad, refleja la profundidad del conflicto entre los hermanos y el deseo del hijo mayor de la reina Isabel II de restablecer el orden dentro de la familia real. La situación ha captado la atención de la prensa británica y ha dejado claro que, a pesar de su enfermedad, el rey Carlos III está dispuesto a tomar medidas contundentes para resolver los asuntos familiares y asegurar que se cumplan sus decisiones.