Como lo hemos comprobado durante los últimos años, la inteligencia artificial (IA) es como un virus: ha hecho presencia en casi todos los ámbitos de nuestra vida, y cada vez se involucra en más contextos que, hasta hace poco, eran exclusivos de los seres humanos. Hemos visto el uso que se le da a estas herramientas en la medicina, en los dispositivos tecnológicos, en el deporte, entre otras categorías. Sin embargo, hay un escenario en el que no habíamos observado a la IA hasta ahora: la participación política.
Y es que, a pesar de que los políticos han estado empleando herramientas de inteligencia artificial para desarrollar sus campañas electorales, persuadir usuarios en Internet o recopilar datos digitales para enfocar correctamente su discurso, hasta el momento no había sido posible presenciar que la IA protagonizara una candidatura política «en carne propia». Pues bien, luego de que sucediera algo similar en Inglaterra, ahora en Estados Unidos está ocurriendo lo impensable.
2Una candidatura cuanto menos polémica
A pesar de tratarse de una novedad más que llamativa, recientemente ha sido posible percibir varias voces que se oponen a la idea de tener una inteligencia artificial como alcalde. Uno de los detractores, Chuck Gray, Secretario del Estado de Wyoming, ha denunciado que esta candidatura no es legal, a lo cual los miembros del gobierno han respondido que sí lo es, aunque con la condición de que la postulación oficial esté a nombre de Victor Miller y no de VIC.
De igual manera, por muy innovadora que suene la idea de contar con una inteligencia artificial como alcalde, lo cierto es que todo apunta a que, tal y como sucedió con Steve, bot que intentó postularse para el parlamento de Brighton (Inglaterra), la candidatura de VIC también terminará siendo un fracaso absoluto, pues actualmente no cuenta ni siquiera con más de 200 seguidores en X (Twitter). Además, es muy pronto para pensar que una IA es capaz de gobernar a una población, y la gente lo sabe.
