En los últimos años, se ha detectado un incremento preocupante de anisakis en los pescados, una situación que afecta tanto a la salud pública como a la industria pesquera. Detrás de esta tendencia, el cambio climático juega un papel crucial, alterando los ecosistemas marinos y favoreciendo la propagación de este parásito. Pero, ¿cómo afecta exactamente el calentamiento global al anisakis y qué podemos hacer para protegernos? En este post, te explicamos las razones detrás de este fenómeno y cómo evitar los riesgos al consumir pescado. ¡Sigue leyendo y descubre más!
7Hay que ser muy cuidadosos a la hora de eviscerar un pescado
Al retirar las vísceras del pescado —donde se concentra la mayor cantidad de anisakis— directamente en el mar, se facilita la propagación del parásito. «Cuando estas vísceras se desechan al mar, otros peces, o incluso mamíferos marinos como los delfines que siguen a los barcos pesqueros, se infectan más rápidamente», señala Debenedetti. Esto significa que los desechos se convierten en un caldo de cultivo para nuevos casos de infección, aumentando la presencia del parásito en los ecosistemas marinos.
El resultado de estas prácticas es alarmante: no solo hay más peces infectados, sino que cada pez infectado tiene una mayor carga de anisakis. «Estamos viendo un incremento en la abundancia de estos parásitos, lo que agrava el problema de salud pública y la seguridad alimentaria», subraya la investigadora. Esto afecta directamente a los consumidores, ya que los riesgos de contraer anisakidosis aumentan al consumir pescado contaminado, especialmente si no se ha congelado previamente o no se cocina adecuadamente.