Iberdrola está plantando la semilla de un imperio con su liderazgo en la instalación de puntos de recarga para coches eléctricos. Según un estudio de BloombergNEF, el repostaje de vehículos eléctricos representará el 9% del consumo global de electricidad para 2040, llegando a alcanzar el 20% en países con una alta penetración de esta alternativa de movilidad, como Alemania.
El estudio parte de la premisa de que la rápida implementación de la infraestructura de carga para vehículos eléctricos es un requisito indispensable para una industria de movilidad sostenible próspera. Esta certeza ha llevado a los gobiernos de todo el mundo a canalizar inversiones millonarias en la infraestructura de puntos de recarga, especialmente en su variante ultrarrápida, que permite cargar por completo un automóvil en aproximadamente 20 minutos.
Europa cuenta en la actualidad con más de 93.800 conectores ultrarrápidos, un fuerte avance respecto a los menos de 10.000 operativos a principios de 2021. Esta cifra, no obstante, palidece en comparación con el progreso de China, donde el número ha aumentado de 169.000 a 884.000 durante el mismo período. Estados Unidos es el rezagado del grupo, con alrededor de 33.830 de estos conectores, aunque el Gobierno federal ha inyectado 7.500 millones de dólares (casi 6.800 millones de euros) para ganar posiciones en esta carrera.
EL MERCADO DE LA RECARGA NO ES RENTABLE (AÚN)
Actualmente, sostiene el estudio de BloombergNEF, no existen operadores de recarga para coches eléctricos que sean rentables. Sin embargo, algunos están obteniendo resultados positivos en términos de Ebitda —es decir, registrando ganancias positivas antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización—, lo que evidencia el potencial latente del sector.
La carga en el hogar es la opción más popular entre los usuarios de vehículos eléctricos. No obstante, la eliminación de subvenciones gubernamentales y los altos niveles de competencia han configurado un desafiante mercado para los fabricantes de cargadores domésticos, muchos de los cuales han visto una caída en sus ingresos durante los últimos años.
Los fabricantes mejoran continuamente las prestaciones del producto para adaptarlo a las necesidades del cliente. Los cargadores más avanzados tienen carga bidireccional y son capaces de extraer energía del vehículo para alimentar hogares o la red eléctrica. Tanto las empresas como los legisladores están apoyando esta tecnología, ya que ven beneficios a largo plazo para el sistema energético y un gran potencial de ingresos. Sin embargo, existen varios obstáculos técnicos y comerciales que deben superarse antes de su adopción generalizada.
PARA PROVEER A LA CRECIENTE FLOTA DE COCHES ELÉCTRICOS, EL SECTOR DE LA RECARGA DEBE ENFRENTARSE A RETOS COMO LA OPTIMIZACIÓN DE LAS CONEXIONES, LA FIABILIDAD DE LA INFRAESTRUCTURA Y LA RENTABILIDAD OPERATIVA
Para atender la creciente flota de coches eléctricos, el sector de carga necesita escalar rápidamente mientras supera una serie de desafíos. Los retos incluyen optimizar la actualización de las conexiones a la red, la fiabilidad de la infraestructura de recarga y la rentabilidad subyacente de las empresas. Si estos obstáculos pueden superarse, las empresas tendrán grandes oportunidades. BloombergNEF estima que para afrontar la ordalía con garantías de éxito se requerirá una inversión acumulada de entre 1.1 billones y 1.5 billones de dólares (entre 900.000 millones y 1,3 billones de euros) para 2040.
La inversión está llegando al sector de carga por parte de empresas de servicios públicos, empresas dedicadas exclusivamente a la carga, fabricantes de automóviles y compañías de petróleo y gas. Esto representa una gran amenaza para las estaciones de servicio y ha causado un auge en el número de empresas en el sector.
BloombergNEF espera que la entrada de nuevos actores se desacelere en los próximos siete años, a medida que los fondos gubernamentales se vayan agotando y aquellos proyectos con mejores modelos de negocio se consoliden.
A largo plazo, sin embargo, es probable que haya más empresas en el espacio de carga de vehículos eléctricos que las que hoy en día operan estaciones de servicio. La infraestructura de carga puede ser instalada por casi cualquier empresa, y la movilidad sostenible será una de las mayores fuentes de demanda de energía flexible. BloombergNEF estima que el crecimiento de la demanda será tal que la red de recarga representará el 9% del consumo global de electricidad para 2040, llegando a ser hasta del 20% en países en los que este mercado esté más extendido, como es el caso de Alemania.
La demanda de electricidad por parte de los operadores de carga pública ha aumentado drásticamente. El mayor actor chino, TGood, consumió más de 9 teravatios hora (TW/h) en 2023 y más de un TW/h solo en enero de 2024. Este consumo empieza a ser comparable a los 39 TW/h ‘quemados’ por el gigante del comercio electrónico Amazon en 2022.
LA RED DE RECARGA ‘DARÁ DE COMER’ A MÚLTIPLES SECTORES
Éste meteórico aumento del consumo eléctrico impulsará el despliegue de las fuentes energéticas renovables, ya que los operadores estarán obligados a cumplir con las expectativas de sus consumidores ecológicamente conscientes y tratarán de cubrir los precios de la electricidad mediante acuerdos de compra de energía.
El aumento de la demanda ya está proporcionando señales positivas para la rentabilidad de los operadores. Fastned indicó en su informe anual de 2023 que sus resultados operativos alcanzaron el signo positivo por primera vez. BP dio una noticia similar, señalando en su presentación de resultados del segundo trimestre de 2023 que su empresa conjunta de carga con Didi en China —su mayor mercado— y su negocio en Alemania empezaron a generar ganancias.
LA INFRAESTRUCTURA DE CARGA NUTRIRÁ A TODA UNA NUEVA GENERACIÓN DE ‘STARTUPS’ QUE APORTARÁN SOLUCIONES A LOS RETOS TECNOLÓGICOS DEL SECTOR
Los esquemas de créditos de carbono, que pueden valer entre 0,10 y 0,50 dólares (entre 0,09 y 0,45 euros) por kilovatio hora (KW/h) de electricidad entregada, también aumentarán los ingresos para los operadores. La nueva legislación aprobada en la Unión Europea (UE) exige que los estados miembros implementen tales iniciativas en los próximos años.
El progreso tecnológico será especialmente relevante en este ecosistema competitivo, lo que abre las puertas a toda una nueva generación de startups con nuevos proyectos de recarga multimegavatio, bidireccional e inalámbrica.
IBERDROLA, LA REFERENCIA EN ESPAÑA
Iberdrola prevé la instalación de 100.000 cargadores eléctricos hasta 2025 en hogares, empresas y en vía pública. Para ello, su diseño de infraestructura pública se desarrolla tanto en autovías y corredores como en ciudades y pequeñas poblaciones, con el objetivo de contar con, al menos, una estación de recarga rápida cada menos de 50 kilómetros.
Los datos dicen que la red de repostaje eléctrico española es exigua, anticuada y mal mantenida. Solo el grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán y, en menor medida, Endesa, la están expandiendo al ritmo que exigen los estándares de movilidad sostenible de los países de nuestro entorno.
Iberdrola ha sido desde el principio la empresa más activa en este apartado, instalando hasta 300 postes de recarga al mes en 2023. Los últimos datos atribuyen a la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán más de 6.000 recargas públicas, a las que hay que añadir 1.700 más en construcción y otras 3.200 pendientes de tramitación administrativa, que se espera estén operativas en los próximos meses. Sumando los puestos de repostaje públicos y privados, la eléctrica vasca tiene 45.000 puntos de recarga, con el objetivo de llegar a los 100.000 el próximo año.
