En una estrategia por abordar el alto costo de vida en Guatemala, el presidente Bernardo Arévalo ha anunciado una inversión gubernamental de 900 millones de quetzales (104 millones de euros) destinados a apoyar a los campesinos y aumentar la productividad agrícola. Esta medida busca propiciar la disminución en el precio de los alimentos de la canasta básica, favoreciendo así la economía familiar.
La inversión se dividirá en dos programas del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA). Por un lado, se destinarán 500 millones de quetzales (58 millones de euros) en créditos preferenciales para los campesinos, y por otro, 400 millones de quetzales (46 millones de euros) en la financiación de insumos como fertilizantes y herramientas para las labores agrícolas.
CRÉDITOS PREFERENCIALES PARA CAMPESINOS
Mediante el programa «Bono Productivo», se busca reducir los costos de producción de los campesinos a través de la implementación de créditos preferenciales a tasas más bajas que las ofrecidas en el mercado. Esto se realizará en coordinación con el banco Crédito Hipotecario Nacional, con el objetivo de garantizar que los recursos lleguen a quienes los necesitan.
El presidente Arévalo ha instruido que todo el proceso se lleve a cabo bajo mecanismos de transparencia, asegurando que los fondos se utilicen de manera eficiente y en beneficio de la población. Con esta iniciativa, se espera que las familias puedan tener alimentos en su mesa a precios más asequibles.
FINANCIACIÓN DE INSUMOS AGRÍCOLAS
Por otro lado, el programa «Bono Campesino» destinará 400 millones de quetzales (46 millones de euros) a la compra directa de fertilizantes, semillas e instrumentos de labranza, los cuales serán distribuidos de manera oportuna a todo el sector agrícola. Esta medida busca fomentar la productividad de los alimentos que forman parte de la canasta básica, lo que se traducirá en una disminución de sus precios.
El presidente Arévalo ha recalcado que estas inversiones se realizarán de manera transparente y eficiente, garantizando que los recursos lleguen a quienes los necesitan. Mediante estas estrategias, el Gobierno de Guatemala espera mitigar el costo de la vida de la población, al favorecer una producción agrícola que se vea reflejada en precios más accesibles para los consumidores.
IMPACTO EN LA ECONOMÍA FAMILIAR
Estas medidas gubernamentales tienen como objetivo aumentar la disponibilidad de alimentos y reducir sus costos, lo que se traducirá en un alivio para la economía familiar. Al disminuir el precio de la canasta básica, las familias guatemaltecas tendrán un mayor poder adquisitivo y podrán destinar sus recursos a otras necesidades prioritarias.
Además, la inversión en el sector agrícola no solo beneficiará a los consumidores, sino también a los productores, quienes verán mejoradas sus condiciones de producción y mayor acceso a insumos necesarios. Esto, a su vez, impulsará la economía rural y fomentará la seguridad alimentaria en el país.
En resumen, la iniciativa del Gobierno de Guatemala de invertir 900 millones de quetzales en apoyo a los campesinos y la productividad agrícola representa una estrategia integral para abordar el alto costo de vida y garantizar el acceso a alimentos asequibles para la población. Esta medida se alinea con los esfuerzos por mejorar el bienestar económico y social de los guatemaltecos, impactando positivamente en la seguridad alimentaria y la calidad de vida de las familias.