¿Y las medusas, a dónde se fueron? Este verano, las costas malagueñas se han convertido en un verdadero paraíso para los bañistas. ¡No hay medusas! Si alguna vez has tenido que esquivar estos molestos visitantes marinos, sabrás lo increíble que resulta disfrutar de un chapuzón sin preocupaciones. Pero, ¿a qué se debe este inesperado cambio? En este post, te revelamos las razones detrás de este fenómeno y lo que podría significar para el futuro de nuestras playas. ¡Sigue leyendo para descubrirlo!
5El viento de poniente como barrera natural

Durante este verano, el viento de poniente, que sopla desde el oeste, ha prevalecido en la costa malagueña. Este viento, que llega desde Cádiz, ha actuado como una barrera natural que impide que las medusas, especialmente la especie más común en la zona, la Pelagia noctiluca, alcancen las playas.
Esta especie, conocida por su tendencia a formar enjambres en el centro del Mediterráneo, normalmente llega a las costas malagueñas cuando el viento de levante, que sopla desde el este, es predominante. Sin embargo, con el viento de poniente en control, el oleaje y las corrientes han sido desfavorables para que estas criaturas marinas se acerquen a la orilla.