En relación con la tosferina, en el corazón de la provincia de León, en la pintoresca localidad de Cubillas de los Oteros, se encuentra una tradición peculiar que ha despertado tanto curiosidad como controversia: el uso del humo del tren como remedio popular contra esta enfermedad. Esta práctica, que puede parecer extraña a las generaciones más jóvenes, era común entre los habitantes del lugar, quienes, en su infancia, acudían a las vías del tren con la esperanza de prevenir esta infección respiratoria.
10Documentación histórica de la práctica: referencias en la prensa
En 1926, la Revista Todo Trenes publicó un artículo titulado «Aquel saludable vapor familiar…», que hacía eco de esta costumbre que se extendía por diversas localidades del país. El artículo no solo documenta la práctica, sino que también menciona cómo algunas familias llegaban a pagar a los maquinistas para que mantuvieran el tren parado durante un rato más, permitiendo así que los niños pudieran inhalar el humo por más tiempo. Esta anécdota ilustra la desesperación de los padres y la importancia que otorgaban a esta práctica en su búsqueda de alivio para sus hijos.