La Comisión de Bolsa y Valores estadounidense (SEC, por sus siglas en inglés) ya ha recibido de Avangrid el informe preliminar para la fusión definitiva con Iberdrola. El documento, entregado al regulador el pasado 30 de julio, es el primer paso de un maratón que aún ha de pasar por la junta de accionistas de su filial estadounidense y varios entes públicos más para que la operación quede atada.
El estudio enviado por Avangrid a la SEC, consultado por MERCA2, repasa el acuerdo que le dará al gigante energético español el 100% del capital de Avangrid. Iberdrola adquirirá el 18,4% del capital que todavía no controla de Avangrid por 35,75 dólares por acción (32,70 euros), lo que se traduce en una inversión de 2.551 millones de dólares (unos 2.336 millones de euros al cambio actual). Estas condiciones recibieron el beneplácito unánime de los miembros de los consejos de administración de ambas compañías.
Según se desprende del informe, «la fusión no puede llevarse a cabo a menos que el acuerdo sea adoptado por el voto afirmativo de los titulares de la mayoría de todas las acciones en circulación de acciones comunes de Avangrid, los titulares de la mayoría de todas las acciones en circulación de acciones comunes de Avangrid que posean los accionistas de la compañía, -excluyendo a la empresa y a las filiales controladas por la empresa- y los titulares de la mayoría de todas las acciones en circulación de acciones comunes de Avangrid que posean los accionistas no afiliados».
LA FUSIÓN ENTRE IBERDROLA Y AVANGRID AÚN DEBE RECIBIR LA APROBACIÓN DE LA JUNTA DE ACCIONISTAS DE LA FILIAL Y DE TODO UN ROSARIO DE ORGANIZACIONES REGULADORAS ESTADOUNIDENSES
La operación, por tanto, sigue a expensas de la aprobación del grueso de inversores de Avangrid, cuya junta aún no ha sido fijada en el calendario. El documento recomienda a los accionistas que den su visto bueno, subrayando que el precio de 35,75 dólares por acción «representa una prima del 11.4% sobre el precio de cierre de la acción de Avangrid (32,08 dólares o 29,37 euros) el pasado 6 de marzo, último día de mercado antes de que Avangrid anunciara la recepción de la oferta no solicitada de la matriz».
Ambas partes quieren cerrar todos los trámites de la fusión antes de fin de año, para lo que tendrán que enfrentarse a un auténtico tour de force administrativo: una vez obtenido el plácet de la junta de accionista, la iniciativa tiene que pasar por la Comisión Federal de Regulación de Energía (FERC), la Comisión de Servicios Públicos del estado de Maine (MPUC) y el Departamento de Servicios Públicos del Estado de Nueva York (NYPSC).
No son pocos los que auguran que el galimatías de administraciones involucradas prolongará la operación mucho más allá del plazo deseado por las compañías. En declaraciones a MERCA2, Diego Morín, analista de IG, consideró que «la operación de compra de Iberdrola sobre Avangrid en suelo americano tendrá que esperar, pudiendo alargarse más de un año, hasta junio de 2025″.
Tras el cierre de la fusión, se solicitará la exclusión de las acciones de Avangrid de la Bolsa de Nueva York.
AVANGRID, UN ACTIVO CLAVE PARA IBERDROLA
El pasado 17 de mayo, Iberdrola firmó el acuerdo para la adquisición de la participación minoritaria que aún no poseía de su filial estadounidense Avangrid. El consejo de administración de Avangrid aprobó la transacción tras la recomendación del comité constituido específicamente para esta operación (Special Committee), formado íntegramente por consejeros independientes.
Con sede en el Estado de Connecticut (EE. UU.), Avangrid cuenta en la actualidad con 44.000 millones de dólares en activos (casi 40.500 millones de euros) y operaciones en 24 estados del país norteamericano. Sus principales negocios son dos: redes y energías renovables.
A través de su negocio de redes, Avangrid posee y opera ocho empresas de electricidad y gas natural, que prestan servicios a más de 3,3 millones de clientes en Nueva York y Nueva Inglaterra. A través de su negocio de energías ‘verdes’, Avangrid posee y opera una cartera de instalaciones de generación de energía renovable en todo Estados Unidos. En la actualidad, la compañía cuenta con 8.000 trabajadores.
Con la completa adquisición de su filial, Iberdrola incrementa la exposición al negocio de redes en Estados Unidos «en un momento clave para la compañía, que quiere crecer en mercados con alta calificación crediticia y en negocios regulados como el de redes», informó la eléctrica presidida por Ignacio Sánchez Galán.
La operación de fusión con Avangrid es, de hecho, un movimiento enmarcado en la renovada estrategia del gigante del Ibex, que prioriza la inversión en redes eléctricas por encima de cualquier otro activo. Iberdrola puede obtener una mayor exposición a una región en crecimiento, gracias a las oportunidades de repotenciación eólica, y, sobre todo, al crecimiento potencial de dos dígitos en la infraestructura de red estadounidense.