Cuando el rey Felipe VI y la reina Letizia se disponen a viajar, lo hacen bajo un estricto y exclusivo protocolo que refleja no solo la importancia de sus roles, sino también la necesidad de garantizar su seguridad y bienestar en todo momento. Viajar como miembros de la Familia Real Española implica más que simples comodidades; es un proceso cuidadosamente planificado y supervisado para asegurar que, ante cualquier imprevisto, los monarcas estén completamente protegidos.
La reciente visita de los Reyes a París, donde apoyaron a los deportistas españoles en los Juegos Olímpicos, ha vuelto a poner en el foco las estrictas normas que siguen durante sus desplazamientos. Aunque viajen por separado y en días distintos, como ocurrió en esta ocasión, las exigencias protocolarias son rigurosamente respetadas para mantener su seguridad y privacidad en todo momento, tanto dentro como fuera de España.
Las medidas de seguridad de Felipe y Letizia para viajar
Una de las reglas más destacadas y menos conocidas del protocolo de viaje de los Reyes de España es la inclusión de reservas de sangre de su tipo en cada uno de sus desplazamientos. Esta medida, heredada del rey Juan Carlos debido a su raro grupo sanguíneo A-, asegura que, en caso de una emergencia médica, Felipe VI y Letizia tengan acceso inmediato a sangre compatible. Este detalle, aunque pueda parecer extremo, es un reflejo de la preparación meticulosa que acompaña a cada uno de sus viajes, donde no se deja nada al azar.
Otro aspecto fundamental del protocolo es la vestimenta. Los Reyes siempre llevan consigo ropa de luto, como un traje o un vestido negro, en caso de que ocurra un fallecimiento en la familia durante el viaje. Esta tradición no es exclusiva de la realeza española, sino que es una norma que también siguen otras casas reales, como la británica, y tiene como objetivo asegurar que los monarcas puedan estar adecuadamente vestidos para cualquier eventualidad que requiera su presencia en actos solemnes.
Otros detalles esenciales en los viajes de Felipe y Letizia
Más allá de las reservas de sangre y la vestimenta de luto, el protocolo de viaje de la reina Letizia y el rey Felipe VI incluye una serie de medidas adicionales que garantizan su confort y seguridad. Por ejemplo, en cada ciudad que visitan, es imprescindible que haya una planta completa del hotel reservada exclusivamente para ellos, asegurando así la máxima privacidad y una seguridad impenetrable. Además, una ambulancia debe acompañarles en todos sus desplazamientos, lista para intervenir en caso de cualquier emergencia médica.
En cuanto a sus preferencias personales, la reina Letizia siempre pide un Vichy Catalán con una rodaja de limón cuando se encuentra en Cataluña, mientras que el rey opta por un zumo de tomate, una bebida que le proporciona los nutrientes necesarios para mantener su energía durante los exigentes horarios de viaje. Estos pequeños detalles, aparentemente triviales, son esenciales para asegurar que la reina Letizia y el rey Felipe VI mantengan su bienestar durante sus numerosos compromisos oficiales.