La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha anunciado el fin de la cuarta ola de calor del verano, un respiro muy esperado tras semanas de temperaturas extremadamente altas. Esta ola de calor, que afectó principalmente a la Península Ibérica, trajo consigo temperaturas que superaron los 40 grados Celsius en varias regiones, poniendo a prueba la resistencia de la población y los sistemas de salud. Con la disminución de las temperaturas, se espera que mejore la calidad de vida y se reduzcan los riesgos asociados a la exposición prolongada al calor extremo, tales como la deshidratación y golpes de calor. Y eso sí, ahora desde la Agencia avisan que tras la ola de calor, llega una DANA.
1Está siendo mucho más caluroso de julio
Agosto está demostrando ser significativamente más caluroso que julio, estableciendo nuevos récords de temperaturas en diversas regiones. Este aumento inusual en el calor está afectando a múltiples aspectos de la vida diaria, desde la agricultura hasta el consumo energético, exacerbando las condiciones de sequía y presionando los recursos hídricos. Los expertos en clima atribuyen este fenómeno a una combinación de factores climáticos anómalos y al cambio climático global, que está intensificando las olas de calor y alterando los patrones meteorológicos tradicionales. Este cambio sugiere la necesidad de adaptaciones más robustas en infraestructuras y políticas ambientales.