Los títulos fueron su mejor carta de presentación para fichar por un equipo con urgencias europeas. Hablamos de Zeljko Obradovic, el entrenador serbio, que llevó al Real Madrid a la conquista de la máxima competición europea a nivel de clubes después de una larga sequía. Fue en la temporada 1994-1995. Arvydas Sabonis fue el jugador franquicia del Madrid en su regreso al cetro europeo. Teka lucía entonces en la camiseta del cuadro blanco. En estos días de finales olímpicas, un especialista en ellas, Obradovic regresa al recuerdo de veteranos y noveles.
Real Madrid y fichaje
“Si usted tiene un problema, quizás pueda contratarlos”. Esta frase de la serie ‘El Equipo A’ es la que aplicó el Real Madrid, que presidía entonces Ramón Mendoza, a la hora de fijarse en el técnico con el que intentar el asalto a la Liga Europea. El hombre no fue otro que Obradovic, que ya había ganado dos: una, con el Partizán de Belgrado, con Sasha Djordjevic a la cabeza; la otra, con el Joventut de Badalona de Jordi Villacampa y Corney Thomson.
El Real Madrid de baloncesto tenía lo que un veterano periodista deportivo denominaba “urgencias históricas”. Llevaba 15 años sin ganar su competición ‘fetiche’, la que juegan los mejores equipos de Europa. Varios motivos. El primero, Drazen Petrovic y la Cibona de Zagreb, que le venció en una final en los ochenta (Simpson, Wallace Bryant, Norris, americanos para el recuerdo) en concreto en 1985. El segundo, el Barcelona de Salvador Alemany, que ganó cuatro ligas seguidas (86-90) y entonces solo jugaba la Copa de Europa. Esto también le sucedió al Real Madrid con el Joventut del eterno madridista Lolo Sáinz, que ganó con la Penya las ligas de las campañas 90-91 y 91-92.
El Madrid venía de ganar dos ligas consecutivas en España de la mano de Clifford Luyck, pero Europa se resistía, en este caso la Liga Europea. En el 93, los blancos fracasaron en la Final Four disputada en Atenas. El Limoges de Maljkovic le dejó sin la final y el Paok de Fassoulas, le hizo quedar el último en la final a 4.
Mendoza tomó el toro por los cuernos, y como en él era habitual, tiró de chequera para contratar al entrenador del momento.
Llegó a un equipo veterano, que a la temporada siguiente se deshizo como un azucarillo con la salida de Arvydas Sabonis con destino a la NBA, a los Portland Trail Blazers, el mismo equipo al que se fue Drezen Petrovic cuando dejó ‘tirado’ al Madrid en 1990.
Obradovic no varió mucho el patrón de juego. Tenía las armas que tenía y dos bastiones en ataque, Sabonis y Arlauckas. El juego, lento, a agotar posesión, balón a Sabonis y poco más.
Era un equipo duro en defensa. Ismael Santo y Javier García Coll eran dos perros de presa considerables. El base titular era José Miguel Antúnez, aunque Pepe Lasa, le comió la tostada y fue quien dirigió al equipo en la Final Four de Zaragoza.
En la fase de grupos el Madrid quedó segundo, por detrás del Panathinaikos de Grecia y en el cruce que daba el pase a la Final Four eliminó a la Cibona por dos a cero.
Los blancos habían llegado a la final después de dejar en la cuneta en semifinales al Limoges francés ppr 62-49. Los merengues se cobraron la factura de la derrota en Atenas en 1993 en una Final Four en la que el Madrid quedó cuarto. Sabonis (23 puntos y 7 rebotes) y Arlauckas (16 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias) llevaron la voz cantante en la final, con Antúnez (12 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias) poniendo el sabor nacional al título.
La final la tuvo controlada el Madrid, que jugaba en casa. El Pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza parecía el Palacio de los Deportes, hoy ‘El Palacio’ es el WiZink Center.
Sabonis fue el máximo anotador de la final ante el Olimpiakos El lituano hizo 23 puntos y El Madrid ganó 73-61 en la final disputada el 13 de abril.
«José Lasa, Isma Santos, Javier García Coll, Chechu Biriukov, Joe Arlaukas, José Miguel Antunez, Arvydas Sabonis, Martín Ferrer, Pep Cargol y Antonio Martín. Una plantilla para la historia del Real Madrid.«José Lasa, Isma Santos, Javier García Coll, Chechu Biriukov, Joe Arlaukas, José Miguel Antunez, Arvydas Sabonis, Martín Ferrer, Pep Cargol y Antonio Martín. Una plantilla para la historia del Real Madrid», como dijo ‘Gigantes del Basket’.
