martes, 10 septiembre 2024

Los dispositivos que pretenden jubilar a los iPhone y los Galaxy

Aunque los últimos lanzamientos de smartphones Samsung Galaxy ya incorpora la inteligencia artificial (IA), y el siguiente modelo iPhone ha anunciado que incluirá Apple Intelligence, en el mercado han aparecido en los últimos meses dispositivos nativos con IA alternativos que a poco que encuentren una buena vía para ser conocidos y deseados, podrían llegar a reemplazar a los teléfonos inteligentes sin los que ahora mismo somos incapaces de vivir. El pin de Humane o el pequeño dispositivo de bolsillo Rabbit, aunque todavía son poco conocidos y generan cierto recelo, son dos muestras de que el reinado de los móviles puede empezar a estar cuestionado.

Tal y como ha hecho público la asociación global de operadores de telecomunicaciones GSMA, organizadora de la Mobile World Congress (MWC), estos dispositivos de consumo pensados para proporcionar conectividad con nuevos diseños y más pequeños «están dividiendo opiniones«, pero también están generando preguntas como si estos nuevos aparatos simple, sin pantalla y con tecnología basada en la IA pueden llegar a ser una alternativa de remplazo de los móviles.

Desde la GSMA explican como la startup de Silicon Valley Humane fue una de las primeras en lanzar este concepto en mayo de 2023, cuando presentó el Ai pin, que «básicamente es un dispositivo cuadrado con una batería que se adhiere a la ropa del usuario». El cofundador de Humane, Imran Chaudhri, fue entonces muy categórico al afirmar que su mini pin «hace posible un futuro en el que la tecnología ‘desaparece’ al volverse ‘sin pantalla e invisible’.

en el mercado han aparecido en los últimos meses dispositivos nativos con IA alternativos que a poco que encuentren una buena vía para ser conocidos y deseados, podrían llegar a reemplazar a los teléfonos inteligentes

Lo que pretende conseguir esta empresa, y que utiliza como argumento, es que el usuario esté más presente en su entorno, con lo que hace frente a un problema que ha crecido con la utilización masiva delo smartphone; que las personas se ha distanciado de su entorno al estar hiperconectados a través de los móviles actuales, por lo que quieren «restablecer el equilibrio» en la manera en que los humanos interactuamos con la tecnología. Chaudhri cree profundamente en que el mundo «necesita algo radicalmente diferente».

El Ai pin tiene un precio en Estados unidos de 699 dólares, a los que hay que sumar 24 dólares más para poder conectarlo a internet, y es capaz de hacer llamadas, traducir, responder consultas, capturar fotos y vídeos sin pantalla y no requiere un segundo dispositivo para funcionar.

No obstante, el dispositivo no ha revolucionado como se esperaba, porque tuvo críticas negativas que señalaban problemas técnicos y de funcionalidad básicos, y una lenta respuesta de la IA. A finales del pasado mes de mayo, y a los pocos meses de su lanzamiento a la empresa no le quedó más remedio que explorar una posible venta del negocio. De hecho, las últimas informaciones apuntan a que entre el mes de mayo y este mismo agosto de 2024, los datos internos de la startup muestras que se produjeron más devoluciones de Ai Pins que ventas, y solo hay 7.000 unidades funcionando por el mundo.

Una pena, porque esto ha generado apenas 9 millones de beneficios para una empresa que se ha tirado seis años desarrollando el producto y ha gastado 200 millones de dólares en el empeño, según acaba de publicar el medio especializado The Verge.

Los dispositivos que pretenden jubilar a los iPhone y los Galaxy
Uno de los dispositivos dotado con acceso a varias IAs, el r1 de Rabbit, es la mitad de pequeño que un smartphone.

DISPOSITIVOS SIN PANTALLA: EN R1 DE RABBIT

Pero se trata de un fracaso quizá aparente, porque Humane no es la única compañía que se ha lanzado a buscar y crear una alternativa a los móviles. Rabbit, otra startup, presentó este pasado mes de marzo el dispositivo de bolsillo analógico, con forma de caja y también nativo de la IA llamado r1.

Este pequeño aparato, construido con una idea muy parecida a la del Ai Pin, también quiere «dar un paso atrás en el uso de aplicaciones en teléfonos inteligentes y permitir que un asistente de inteligencia artificial haga cosas, como reservar vuelos, pedir comida y responder preguntas relacionadas con el mundo real a través de la cámara y comandos de voz».  Su sistema operativo está basado en la nube y se limita a soportar algunas aplicaciones, como Uber, DoorDash, Spotify, Apple Music y Yelp, con una mayor integración de servicios en funcionamiento.

En ambos casos, ahora que ya van a copar el mercado dispositivos como los Samsung Galaxy S24, Galaxy Z Flip6 y Galaxy Z Fold6, y el próximo iPhone 16 con Apple Intelligence y ChatGPT incorporado, parece complicado que el mercado se abra a dispositivos de IA independientes y sin pantallas.

El director ejecutivo de Rabbit, Jesse Lyu, ya manifestó su visión al respecto al presentar su dispositivo cuando dijo que «el mercado de la electrónica de consumo está construido alrededor de un ecosistema de aplicaciones obsoleto, que limita la velocidad de innovación que es posible con la IA. El directivo fue más allá al indicar que los asistentes de voz que existían hasta ahora no son mejores, y señalo cómo llevaba «15 años esperando que Siri sea útil. Añadir funciones de IA a un teléfono inteligente es solo la punta del iceberg de lo que podremos hacer con la IA en el futuro», aseguró de manera contundente.

Y es que según explicó, su r1 de Rabbit se ejecuta en un modelo entrenado en cientos de aplicaciones populares, lo que permite que el agente integrado navegue por varias interfaces, mientras que un asistente de voz de IA está limitado por estar integrado en el sistema operativo de un teléfono.

Además, la cajita color naranja fuerte incluye varios modelos de IA, como GPT-4, Claude, Perplexity Pro y Wolfram Alpha, lo que le permite responder a una amplia gama de consultas. El directivo que lo promueve cree que el intercambio entre humanos e IA puede ser más personal, y que el asistente de IA aprende sobre el consumidor cuanto más interactúa, lo que se alinea con la visión del cofundador de Humane, Choudhri, de hacer de la IA «la fuerza impulsora detrás del próximo salto en el diseño de dispositivos».

r1 de Rabbit se ejecuta en un modelo entrenado en cientos de aplicaciones populares, lo que permite que el agente integrado navegue por varias interfaces, mientras que un asistente de voz de IA está limitado por estar integrado en el sistema operativo de un teléfono

La diferencia entre ambos dispositivos es que el Ai Pin sí ofrece llamadas y mensajes de texto, mientras que el r1 desdeña las funciones de comunicación básicas y únicamente se conecta a internet. Su responsable ya lo dejó meridianamente claro «está pensado para complementar tu experiencia digital de una manera accesible y asequible, no para reemplazar tu teléfono inteligente». 

Para defender su producto, puso otro interesante argumento sobre la mesa: «Cuando finalmente salga al mercado, acceder a Apple Intelligence costará más de 1000 dólares, porque habrá que comprar el iPhone 15 Pro o Pro Max. Nuestro modelo (el r1, que costará 199 dólares o 182 euros) y nuestra intención son muy diferentes. Queremos ofrecer a los consumidores en general acceso a los mejores modelos de IA a un precio asequible».  También destacó que su Rabbit no va a salir al mercado para entretener, como los móviles, «estamos enfocados en construir un agente de inteligencia artificial útil que actúe como su asistente personal», aseguró.

Pero el r1 también ha planteado dudas relacionados con traducciones incorrectas, batería deficiente y su funcionalidad general, aunque sus promotores han reconocido que esta primera generación del dispositivo «aún no es perfecta» y que ha estado trabajando para abordar los comentarios e introducir nuevas funciones.

el Ai Pin sí ofrece llamadas y mensajes de texto, mientras que el r1 desdeña las funciones de comunicación básicas y únicamente se conecta a internet

Según un reconocido analista de Américas de CCS Insight, Leo Gebbie, estos dispositivos todavía plantean clara barreras para que puedan ser adoptados mayoritariamente en el mercado. «Hasta que los dispositivos de IA tengan integraciones de software confiables que signifiquen que los usuarios realmente puedan hacer las cosas sin tener que recurrir a su teléfono inteligente, es casi imposible ver cómo cambiaría esta dinámica» del mercado, ha dicho con rotunda sinceridad.

El analista también ve un problema en la combinación «tóxica de promesas exageradas y resultados insuficientes» de estas novedades pequeñas pero cargadas de inteligencia artificial, aunque reconoce seguir «esperando ver muchos más dispositivos que intenten capitalizar la actual ola de entusiasmo por la IA en toda la industria».

Otro analista, el fundador de PP Foresight, Paolo Pescatore, se ha mostrado más positivo al decir que «innovaciones como el r1 y el Ai Pin son dispositivos novedosos que representan un trampolín hacia cómo interactuaremos y nos relacionaremos en el futuro», pero aclara que todavía es demasiado pronto para estos productos innovadores. Algunos usuarios los considerarán intrusivos, lo que les obligará a aprender una nueva forma de utilizar un dispositivo al que no están acostumbrados», frente a los smartphone, versátiles y multiuso, a los que estamos demasiado acostumbrados, por lo que va a ser muy difícil reemplazarlos.


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