miércoles, 15 enero 2025

En julio, el IPC de China registró un incremento del 0,5%

La economía china ha mostrado signos de una leve recuperación en su tasa de inflación durante el mes de julio, según los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadística (ONE). El índice de precios de consumo (IPC) experimentó un incremento interanual del 0,5%, superando en tres décimas la cifra registrada en el mes anterior. Este aumento representa la mayor subida de precios desde febrero, lo que sugiere una posible estabilización en la tendencia deflacionaria que venía preocupando a los analistas económicos en los últimos meses.

El repunte en la inflación se debe principalmente a la estabilización de los precios de los alimentos, que habían mostrado una caída en el mes anterior. Un factor determinante en este cambio fue el notable aumento del 20,4% en el coste de la carne de cerdo, marcando el mayor incremento en casi dos años para este producto básico en la dieta china. Sin embargo, es importante señalar que la tasa de inflación subyacente, que excluye el impacto de la energía y los alimentos frescos, se situó en el 0,4%, ligeramente por debajo del 0,6% registrado en junio, lo que indica que aún persisten presiones deflacionarias en otros sectores de la economía.

Factores impulsores de la inflación en China

La reciente estabilización de los precios de los alimentos ha jugado un papel crucial en el repunte de la inflación en China. Después de doce meses consecutivos de inflación negativa en este sector, se ha producido un cambio de tendencia que ha compensado la ligera caída en la inflación no alimentaria. Este giro en la dinámica de precios ha llevado al IPC a alcanzar su nivel más alto en cinco meses, lo que podría interpretarse como una señal positiva para la economía china en su conjunto.

El incremento significativo en el precio de la carne de cerdo merece una atención especial. Este producto, que forma parte fundamental de la dieta china, ha experimentado una subida del 20,4% interanual, la más pronunciada en casi dos años. Este aumento puede atribuirse a diversos factores, como la recuperación de la demanda tras la pandemia, posibles problemas en la cadena de suministro o fluctuaciones en los costos de producción. El impacto de este incremento en el precio del cerdo se ha reflejado directamente en la inflación general, dada la importancia de este producto en la canasta básica de consumo de los hogares chinos.

A pesar de estos incrementos en el sector alimentario, es importante destacar que la inflación subyacente se mantiene en niveles bajos. Con un 0,4% en julio, frente al 0,6% de junio, esta medida que excluye los componentes más volátiles como la energía y los alimentos frescos, sugiere que aún existen presiones deflacionarias en otros sectores de la economía. Esta situación plantea desafíos para los responsables de la política económica china, que deben equilibrar el estímulo necesario para impulsar el crecimiento con la prevención de una inflación excesiva.

Perspectivas económicas y política monetaria

Los expertos económicos consideran que las condiciones actuales son propicias para observar una tendencia inflacionaria ligeramente más alta en los próximos meses. Sin embargo, esta perspectiva no debería ser un impedimento para la implementación de medidas de flexibilización monetaria por parte de las autoridades chinas. Lynn Song, economista jefe para China de ING Research, sugiere que se puede esperar al menos un recorte adicional de las tasas de interés durante el presente año.

La posibilidad de nuevas reducciones en las tasas de interés se ve respaldada por el contexto económico global. Si se produce una aceleración en las reducciones de tasas a nivel mundial, es probable que China siga esta tendencia para mantener su competitividad y estimular el crecimiento económico interno. Esta estrategia de política monetaria busca encontrar un equilibrio entre el fomento de la actividad económica y el control de la inflación, un desafío particularmente complejo en el actual escenario económico post-pandemia.

Es importante considerar también el comportamiento del índice de precios de producción industrial (PPI) de China, que registró una bajada interanual del 0,8% en julio, manteniéndose en línea con la caída observada en el mes de junio. Este dato sugiere que persisten presiones deflacionarias en el sector industrial, lo que podría justificar aún más la implementación de medidas de estímulo económico por parte del gobierno chino.

Implicaciones para la economía global

El comportamiento de la inflación en China tiene importantes implicaciones para la economía global, dado el papel central que juega el país en las cadenas de suministro internacionales y su influencia en los mercados de materias primas. Un aumento sostenido de la inflación en China podría traducirse en mayores costos de producción para empresas de todo el mundo que dependen de insumos chinos, lo que a su vez podría generar presiones inflacionarias en otros países.

Por otro lado, si la inflación en China se mantiene controlada y la economía muestra signos de recuperación, esto podría tener un efecto positivo en la demanda global de bienes y servicios. Una China económicamente robusta es capaz de impulsar el crecimiento en otras regiones, especialmente en países exportadores de materias primas y bienes de capital que tienen a China como uno de sus principales mercados.

La evolución de la política monetaria china en respuesta a estos datos de inflación también será observada de cerca por los mercados financieros internacionales. Si China opta por una mayor flexibilización monetaria, como sugieren algunos analistas, esto podría llevar a una depreciación del yuan, lo que tendría implicaciones para la competitividad de las exportaciones chinas y para los flujos de capital global. Asimismo, podría influir en las decisiones de política monetaria de otros bancos centrales, especialmente en economías emergentes que compiten con China en los mercados internacionales.

En conclusión, el reciente repunte de la inflación en China, aunque modesto, representa un desarrollo significativo en el panorama económico del país y del mundo. Mientras las autoridades chinas navegan cuidadosamente entre el estímulo económico y el control de la inflación, el resto del mundo observará atentamente cómo estas dinámicas afectan a la recuperación económica global y a los equilibrios comerciales internacionales en el periodo post-pandemia.


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