Importante caída del 79% para Sixt durante la primera mitad del año, impactada por la bajada del valor residual y la crisis de los eléctricos

La compañía alemana de alquiler de vehículos, Sixt, ha registrado un beneficio consolidado de 25,17 millones de euros entre enero y junio, lo que supone casi un 79% menos que el año anterior. Esta caída se debe, en gran parte, a la caída del valor residual de las flotas y a la crisis de los coches eléctricos. La empresa ha informado de estos resultados a través de un comunicado.

Las ganancias antes de impuestos del grupo germano fueron de 105,42 millones de euros, lo que representa un recorte del 48,53% respecto a las cifras de 2023, en un entorno de elevada volatilidad del mercado automovilístico.

Expansión de la Flota

En línea con su plan de crecimiento, Sixt ha seguido ampliando su flota para satisfacer la alta demanda y estar preparado para el próximo tercer trimestre. En este contexto, entre enero y junio de 2024 se incorporaron a la flota de alquiler alrededor de 136.100 vehículos con un valor total de 4.860 millones de euros. En comparación con el mismo periodo de 2023, esto corresponde a un aumento de alrededor del 34,9% en el número de vehículos y del 31,6% en el volumen de inversión.

A pesar de todo, la empresa espera que la demanda se mantenga en lo que queda de ejercicio y aprovechando el impulso del verano y las próximas campañas de vacaciones, aunque avisan de que la situación actual del mercado condicionará cualquier cambio en la estrategia del grupo.

Reducción de Previsiones y Problemas con los Vehículos Eléctricos

En este contexto, Sixt ha rebajado su previsión de beneficios hasta los entre 340 y 390 millones de euros para todo el año, entre otras cosas, por la evolución incierta del valor residual de los coches usados después de que en el segundo trimestre del año la caída de este parámetro le haya costado a la alemana unos 40 millones de euros en beneficios.

Asimismo, el grupo ha reducido el número de coches eléctricos disponibles en la flota a medida que los clientes se pronuncian a favor del alquiler de vehículos de combustión frente a los de propulsión por batería o híbridos enchufables. Un movimiento que se alinea con el de su competidora estadounidense Hertz, donde las compras de coches Tesla de hace años todavía pesan en sus balances.

«Dirigimos nuestra cuota de vehículos eléctricos en función de la demanda de los consumidores y podemos reaccionar muy rápidamente a los cambios en la demanda», ha asegurado la compañía en un comunicado. El año pasado la alemana contaba con algo menos de 10.000 coches de batería de una flota total de casi 170.000 vehículos.