La industria automotriz, uno de los pilares fundamentales de la economía española, se ha visto gravemente afectada por los desafíos que enfrentan las empresas del sector. En medio de este panorama complicado, la empresa de automoción Ayra Cardan, ubicada en Deba, Gipuzkoa, ha anunciado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afecta a 42 trabajadores, dejando a estos empleados sin un puesto de trabajo en un momento sumamente delicado.
Según ha informado el sindicato LAB, «después de que la compañía jugara sus cartas», los sindicatos UGT y CCOO han firmado un ERE que ha desembocado en la pérdida de estos 42 puestos de trabajo. Los trabajadores de Ayra Cardan, al parecer, tenían conocimiento desde junio de 2023 de que uno de sus clientes más importantes, Mercedes, iba a rescindir su contrato, lo que supondría una caída en la productividad de la empresa.
Falta de Soluciones de la Empresa Ayra Cardan
Sin embargo, LAB denuncia que a lo largo de todo el año, la empresa no ha buscado soluciones ni ha elaborado un plan paliativo sobre este problema. Fue hasta el pasado 28 de junio que Ayra Cardan presentó el ERE con 42 despidos, justo «a las puertas de las vacaciones de verano».
El sindicato LAB pidió que se suspendiera el ERE y planteó la posibilidad de «hacer presión mediante diversas movilizaciones», ya que, en su opinión, «había otras soluciones al problema de Ayra Cardan que es estructural por la salida de Mercedes y, puntual, provocado por la caída de las ventas».
Para LAB, la empresa «ha aprovechado la situación para promover una solución desproporcionada, parcial y totalmente interesada«. Según el sindicato, «también existían otro tipo de soluciones, como medidas de flexibilidad y muchas más«, que no fueron consideradas por la dirección de Ayra Cardan.
Un Claro Ejemplo del «Capitalismo Salvaje»
El sindicato LAB ha censurado que lo ocurrido en Ayra Cardan es «un claro ejemplo más del capitalismo salvaje y sin escrúpulos que vivimos hoy en día, en el que ni se respeta ni se valora al colectivo obrero». En este sentido, han señalado que «la empresa que levantan a diario con su fuerza de trabajo y su sudor les ha dado, una vez más, la espalda y es la clase obrera la que ha sufrido los golpes«.
La crisis que atraviesa el sector automotriz ha puesto de manifiesto la fragilidad de muchas empresas y la necesidad de que los diferentes actores, tanto empresariales como sindicales y gubernamentales, trabajen de manera coordinada para encontrar soluciones que protejan el empleo y mitiguen los impactos negativos en las comunidades afectadas. El caso de Ayra Cardan es un claro ejemplo de los desafíos que enfrentan las empresas del sector y de la importancia de buscar alternativas responsables y sostenibles que prioricen el bienestar de los trabajadores.