En un contexto económico marcado por la incertidumbre y los desafíos, el trabajo autónomo en España ha experimentado un descenso en el mes de julio, siguiendo un patrón estacional que se repite año tras año. Según los datos publicados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, la afiliación al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos disminuyó en un 0,15%, situándose en 3.381.485 autónomos, lo que representa una caída de 4.947 trabajadores por cuenta propia en comparación con el mes anterior.
Si bien este comportamiento es esperado, especialmente debido al impacto en el sector de la educación, que experimentó una caída de 4.284 autónomos, la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (Uatae) valora positivamente los datos anuales. En efecto, el número de autónomos ha aumentado en 36.922 en comparación con el mismo mes del año anterior, cuando el incremento anual fue de 3.617.
LA NECESIDAD DE POLÍTICAS FAVORABLES AL TRABAJO AUTÓNOMO
La Uatae destaca la importancia de seguir abordando políticas que permitan poner en el centro de las decisiones al trabajo autónomo en el país. Según la secretaria general de la organización, María José Landaburu, es fundamental priorizar la implementación de planes que doten a los trabajadores por cuenta propia de mayores recursos digitales, fomenten la eliminación de las desigualdades y apuesten por la sostenibilidad dentro del colectivo.
Estos esfuerzos, señala Landaburu, deben tener como objetivo que la competencia con las grandes empresas sea «realmente efectiva y real». En este sentido, la Uatae resalta la necesidad de impulsar medidas que fortalezcan la posición de los trabajadores autónomos y les permitan hacer frente a los desafíos del mercado laboral actual.
EL IMPACTO DEL SECTOR DE LA EDUCACIÓN
Uno de los factores clave detrás del descenso experimentado en el trabajo autónomo durante el mes de julio es el impacto en el sector de la educación. Según los datos, este sector registró una caída de 4.284 autónomos, lo que evidencia la importancia de este segmento dentro del colectivo de trabajadores por cuenta propia.
Esta situación pone de manifiesto la necesidad de diseñar políticas específicas que protejan y apoyen a los trabajadores autónomos del sector educativo, quienes se enfrentan a desafíos particulares y cíclicos a lo largo del año. La Uatae subraya que estas medidas deben ir de la mano de una visión integral que fortalezca al conjunto del trabajo autónomo en España.
En conclusión, si bien el descenso en el número de trabajadores autónomos registrado en julio es un comportamiento esperado, la Uatae resalta la importancia de continuar impulsando políticas que apoyen y fortalezcan este segmento clave del mercado laboral español. La digitalización, la eliminación de desigualdades y la sostenibilidad del trabajo autónomo deben ser prioridades en la agenda política, con el objetivo de garantizar la competitividad y el éxito de los emprendedores y profesionales por cuenta propia.
