En un entorno automotriz que se encuentra en constante evolución, Audi, el prestigioso fabricante alemán de automóviles, se enfrenta a importantes desafíos y oportunidades. Bajo el liderazgo de su director general, Gernot Döllner, la compañía ha decidido adoptar una estrategia híbrida que le permita mantener su competitividad y solidez financiera a lo largo del proceso de transición hacia la electrificación.
Audi se enfrenta a un delicado equilibrio entre la transición hacia la electrificación y la necesidad de mantener su solidez financiera y competitividad en el mercado. La estrategia híbrida adoptada por la compañía, con una combinación de vehículos eléctricos y de combustión interna, junto con la introducción de tecnologías avanzadas, parece ser la respuesta adecuada para adaptarse a un entorno en constante evolución.
Flexibilidad Clave para Audi
Gernot Döllner, el director general de Audi, ha abierto la puerta a retrasar los planes originales de convertir a la marca en una empresa 100% eléctrica para el año 2033. Esto se debe a la necesidad de ser «flexibles» y adaptarse a los cambios en las normativas locales, como un posible retraso en la prohibición de la venta de vehículos de combustión interna para 2035.
Döllner considera que mantener un «mix saludable» de vehículos eléctricos y de combustión interna «competitivos» es clave para las finanzas del grupo. De hecho, el directivo espera contar con el «máximo de modelos disponibles» para 2028, casi el doble de los actuales, y será a partir de entonces cuando los motores de gasolina «se vayan reduciendo gradualmente».
Además, Döllner ha reconocido que la tecnología híbrida enchufable que Audi pensaba utilizar como una solución transitoria, ahora se perfila como un «puente más largo de lo que se plantearon» inicialmente.
Desafíos Financieros y Respuesta de Audi
A pesar de los buenos resultados operativos, Audi ha enfrentado algunos problemas financieros en el último año. En el primer semestre de 2024, las entregas de modelos totalmente eléctricos aumentaron un 1,3%, pero los ingresos se desplomaron un 9,5%, hasta los 30.900 millones de euros. Esto se debió a «menores ventas y las dudas de los clientes sobre qué propulsión de vehículo escoger» en el momento de la compra.
Sin embargo, el beneficio operativo ascendió hasta los 2.000 millones de euros, y la rentabilidad alcanzada fue del 6,4%. Audi atribuyó estos desafíos financieros a la «difícil situación del mercado, la disponibilidad limitada de modelos y los costes de lanzamiento de nuevos productos».
Nuevos Lanzamientos y Tecnología Eléctrica Avanzada
Para hacer frente a estos retos, Audi ha lanzado recientemente su nuevo A6 e-tron en versiones Sportback y Avant, basado en la Plataforma Premium Eléctrica. Este modelo cuenta con un sistema de motorización compuesto por 12 módulos y 180 celdas prismáticas con una capacidad bruta de 100 kWh, lo que le permite alcanzar una autonomía de más de 750 kilómetros para el A6 Sportback e-tron, y de más de 720 kilómetros para el A6 Avant e-tron.
Además, el A6 Sportback e-tron performance puede recuperar una autonomía de hasta 310 km en diez minutos en una estación de carga adecuada, y el estado de carga aumenta del 10 al 80% en solo 21 minutos. Estas características demuestran el avance tecnológico de Audi en el campo de la movilidad eléctrica.