La actividad manufacturera de la eurozona se ha visto gravemente afectada en los últimos meses, con los datos del índice PMI (Purchasing Managers’ Index) reflejando una contracción persistente en este sector clave de la economía. Las preocupaciones sobre el debilitamiento de la demanda y el aumento de los costos de producción han generado una atmósfera de incertidumbre en torno al futuro de la recuperación económica en la región.
CAÍDA CONTINUA DE LA PRODUCCIÓN Y EL EMPLEO
Los nuevos pedidos en el sector manufacturero han sufrido una reducción más pronunciada, lo que ha provocado contracciones más fuertes tanto en la producción como en el empleo. Además, se han observado nuevos descensos en la actividad de compra y los inventarios, mientras que la confianza empresarial se ha debilitado hasta su nivel más bajo en cuatro meses. Estos datos sugieren que la recuperación económica de la zona euro se ha desacelerado, en contra de las expectativas anteriores de una aceleración en la segunda mitad del año.
Cyrus de la Rubia, economista jefe de Hamburg Commercial Bank, ha advertido que la creencia generalizada de que la recuperación se aceleraría «ya no puede sostenerse tanto», y ha señalado la necesidad de reducir la previsión de crecimiento del PIB para el año a menos del 0,8% esperado anteriormente. La débil situación de la demanda, que ha empeorado aún más desde junio, implica que el aumento de los precios de los insumos «no se puede repercutir a los clientes tan fácilmente» y supone una reducción de los márgenes de beneficio para las empresas.
PANORAMA DESIGUAL ENTRE LOS PAÍSES DE LA EUROZONA
Aunque el índice PMI manufacturero fue exactamente igual que el del mes anterior, la mayoría de los ocho países de la zona euro cubiertos por el estudio registraron una disminución del indicador. Las dos economías más grandes del bloque, Alemania y Francia, alcanzaron sus mínimos de tres y seis meses respectivamente. Por otro lado, Grecia y España, que han sido los dos países con el mejor resultado en lo que va de año, también perdieron impulso de crecimiento, mientras que Italia e Irlanda fueron los únicos dos países que registraron un aumento de sus respectivos índices PMI manufactureros.
PREOCUPACIONES SOBRE EL FUTURO
El experto de Hamburg Commercial Bank ha destacado que esta tendencia de aumento de los precios de los insumos sin poder repercutirlos a los clientes «augura problemas para la inversión y el crecimiento futuro, ya que las empresas probablemente comenzarán a reducir los costes. Esta perspectiva sombreada contrasta con las expectativas anteriores de una aceleración de la recuperación en la segunda mitad del año, lo que ha llevado a cuestionar la solidez de la reactivación económica de la eurozona.
En resumen, el deterioro de la actividad manufacturera en la eurozona, con descensos en la producción, el empleo y la confianza empresarial, así como el aumento de los costos sin la posibilidad de trasladarlos a los precios, plantean serias dudas sobre el ritmo y la sostenibilidad de la recuperación económica en la región. Las disparidades entre los distintos países miembros complican aún más el panorama, lo que exige una respuesta coordinada por parte de las autoridades para abordar estos desafíos de manera efectiva.