Leonardo y Fincantieri unen fuerzas en un acuerdo millonario para construir 2 fragatas para la Armada italiana

La empresa italiana Orizzonte Sistemi Navali (OSN), una joint venture entre la firma de defensa Leonardo (49%) y la constructora naval Fincantieri (51%), ha sido seleccionada por la Organización para la Cooperación Conjunta en Materia de Armamento (OCCAR) para la construcción de dos nuevas fragatas destinadas a la Marina italiana. Este contrato, valorado en aproximadamente 1.500 millones de euros, forma parte del programa FREMM de fragatas multipropósito gestionado por la OCCAR.

Las dos nuevas unidades que recibirá Italia serán construidas en los astilleros de Fincantieri ubicados en Riva Trigoso-Muggiano, entre Génova y La Spezia. Estas fragatas de última generación estarán equipadas con tecnología de vanguardia y ofrecerán elevadas prestaciones operativas, incluyendo capacidades antidrones y la gestión de sistemas no tripulados en tres dimensiones.

Renovación y Modernización de la Armada Italiana

Según el jefe de la Armada italiana, el almirante Enrique Credendino, la adquisición de estas dos fragatas FREMM (EVO) forma parte de un plan más amplio de renovación y modernización que la Armada italiana ha puesto en marcha para mejorar sus capacidades y poder responder de manera adaptativa, rápida y eficaz a los escenarios actuales y futuros, en un mundo que ha experimentado rápidos cambios en los últimos años.

Fortalecimiento de la Industria de Defensa Nacional

Este importante contrato representa un logro significativo no solo para Orizzonte Sistemi Navali, sino también para la industria de defensa nacional, incluyendo a Fincantieri y Leonardo. Giovanni Sorrentino, consejero delegado de OSN, ha destacado la relevancia de este hito para el sector.

La construcción de estas dos fragatas FREMM (EVO) permitirá a la Armada italiana contar con unidades de última generación, dotadas de tecnología de punta y capacidades avanzadas, fortaleciendo así su posición en el panorama naval internacional.

Este contrato evidencia el compromiso de Italia por mantener y modernizar su fuerza naval, adaptándose a los desafíos y amenazas emergentes en un entorno geopolítico cambiante. Además, supone un importante impulso para la industria de defensa nacional, consolidando su posición competitiva en el mercado global de sistemas navales.