Si alguna vez te has planteado disfrutar de la vida con más calma, lejos del estrés urbano, Lekeitio, en la costa vasca, puede ser el destino ideal para ti. Es una de las pocas localidades en España que se integran en el movimiento Slow Cities, creado en 1999, y que cuenta con redes en Italia, Alemania y Holanda.
1¡El verdadero Paraíso en la Costa Vasca!
¿Por qué puedes conjugar aquí la calma, los valores ecológicos y humanos con el disfrute de sus inmensos atractivos turísticos? Lekeitio, en la costa vasca, se ha preocupado por cuidar su centro histórico urbano y mantener su origen pesquero, mientras vela por el bienestar de sus visitantes. Con aproximadamente 7,200 habitantes durante el año y un gran tirón turístico en periodos vacacionales, es un destino ideal para grupos, familias, viajeros, mochileros y amantes de la naturaleza de todo el mundo, especialmente de Cataluña, Madrid y Francia.
Lekeitio, respeta su entorno y cultura, añadiéndole una amplia oferta turística. Situada en la costa vasca de Bizkaia dentro de la comarca de Lea-Artibai, pueblo de raíces pescadoras y rodeado de hermosos parajes naturales, Lekeitio es una localidad que ha sabido conciliar el respeto de sus costumbres ancestrales y su cultura vasca (euskaldun) con el cuidado de su entorno urbano, y todo ello aderezado con la variedad de atractivos y ofertas que valoran los nuevos turistas del siglo XXI.
Situado estratégicamente entre Bilbao y San Sebastián, Lekeitio es un destino destacado en la costa vasca. Además de poder visitar la hermosa basílica de la Asunción de Santa María, el Faro de Santa Catalina, la isla de San Nicolás (Garraitz en euskera) y las playas de Isuntza y Karraspio, su ubicación entre estas dos capitales vascas lo convierte en un destino altamente valorado. Con su combinación de historia, belleza natural y acceso a diversos atractivos turísticos, Lekeitio atrae a visitantes de toda condición y procedencia, consolidándose como un punto de interés en la región.
El movimiento “slow”, cuyo símbolo es el caracol, propugna la vida de pulso lento, alejada del ritmo desenfrenado de los emplazamientos urbanos modernos, liberándonos de la tiranía del tiempo y de la urgencia de lo inaplazable. Entre las ciudades y pueblos que en España cuentan con este distintivo podemos mencionar, además de Lekeitio, a Balmaseda, Begues, Begur, Bubion, La Orotava, Morella, Mungia, Pals y Rubielos de Mora.
La primera ciudad que se sumó a esa filosofía de ciudad slow fue la italiana de Bra en el año 1999. Y, para demostrarlo y que no haya lugar a dudas sobre su visión del mundo, no hay más que mirar al reloj de su plaza: siempre lleva 30 minutos de retraso. Además, los coches tienen prohibido al acceso al centro y las tiendas cierran el jueves y domingo.