La CNMC castiga duramente a Booking con una multa sin precedentes por su posición de dominio

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha impuesto una multa sin precedentes de 413,2 millones de euros a la plataforma de reservas hoteleras Booking.com. Esta sanción, la más alta impuesta por el organismo en su historia, se debe al abuso de su posición de dominio en el mercado de intermediación online de reservas de hotel en España.

Según la resolución de la CNMC, Booking ha infringido los artículos 2 de la Ley de Defensa de la Competencia (LDC) y 102 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE). La multa se divide en dos infracciones de 206,6 millones de euros cada una. Por un lado, por la imposición de condiciones comerciales no equitativas a los hoteles situados en España. Y, por otro, por restringir la competencia de otras agencias de viajes online a la hora de ofrecer servicios de intermediación en línea de reservas a esos mismos establecimientos.

El abuso de Booking.com: posicionar mejor a los hoteles con más reservas

La práctica sancionada por la CNMC consiste en que Booking.com posicionaba mejor en su plataforma a aquellos hoteles que realizaban más reservas a través de su sitio web. Esta estrategia ha impedido que otras agencias de viajes online puedan entrar en el mercado o expandirse, ya que les resultaba muy difícil competir con los hoteles mejor posicionados en Booking.com.

Además, la CNMC impone a Booking una serie de obligaciones de comportamiento para garantizar que ni las conductas que dieron lugar a las infracciones, ni otras que puedan producir un efecto equivalente, prosigan en el futuro. Es decir, la empresa deberá implementar medidas que aseguren una competencia justa y equitativa en el mercado de intermediación online de reservas hoteleras.

Un hito en la defensa de la competencia en España

Esta multa histórica a Booking.com representa un hito en la defensa de la competencia en nuestro país. Pone de manifiesto que los organismos reguladores están dispuestos a sancionar con dureza a las empresas que abusan de su posición dominante, independientemente de su tamaño o importancia en el mercado.

La resolución de la CNMC envía un claro mensaje a todas las empresas que ostentan una posición de dominio: deben respetar escrupulosamente la normativa de competencia y abstenerse de prácticas abusivas que perjudiquen a sus competidores y, en definitiva, a los consumidores. Esta decisión sienta un precedente fundamental para el futuro de la competencia en sectores clave de nuestra economía.