Hace algunos días ocurrió una de las mayores catástrofes de la historia de la informática, cuando un gran apagón tecnológico tuvo lugar a nivel mundial, afectando a bancos y aerolíneas, principalmente. Microsoft, propietaria de los ordenadores afectados por este error, contrario a culpar a la compañía de ciberseguridad, ha arremetido contra la Unión Europea, acusándola de haber hecho posible que algo así sucediera.
Así las cosas, una relación que ya viene estando tensa por las disputas legales entre el organismo europeo y empresas como Microsoft con las reglas europeas antimonopolio como eje central, ahora se ve más perjudicada por los señalamientos de la compañía estadounidense alrededor del escándalo de CrowdStrike.