Masorange y Vodafone han anunciado la creación de una ‘FiberCo’ a través de una carta de intenciones «confidencial» y «no vinculante» con los principales términos de un acuerdo de uso compartido de redes en España, lo cual se prevé que se concretará en la creación de una sociedad de red de fibra y para la cual buscan un tercer inversor, según han reconocido las dos telecos en un comunicado conjunto. Por su parte, Digi y Telefónica anunciaron a primeros de mes su acuerdo para el acceso de los de Rumanía por 16 años a la red móvil de Telefónica, que ingresa en caja un buen montante con ellos y favorece las posibilidades de Digi. La era de las sinergias se ha inaugurado entre las telecos de España.
La ‘NetCo’ o ‘FiberCo’ de red compartida anunciada por Masorange y Vodafone, cuando se concrete, dará cobertura a aproximadamente 11,5 millones de instalaciones en el país y proporcionará acceso a servicios de fibra óptica a Masorange y Vodafone España en esta huella. La nueva sociedad beneficiará a los clientes de Masorange y Vodafone España, así como al mercado español en general al garantizar el acceso a la red de fibra óptica más avanzada, ofreciendo la mejor calidad y permitiendo la rápida adopción de nuevas tecnologías, al tiempo que estimularía la inversión y la innovación», han destacado ambas telecos.
‘FiberCo’ de red compartida anunciada por Masorange y Vodafone, cuando se concrete, dará cobertura a aproximadamente 11,5 millones de instalaciones en el país y proporcionará acceso a servicios de fibra óptica a ambas compañías
Masorange aportaría a este proyecto más o menos 9 millone de unidades inmobiliarias y Vodafone los 3 millones de UUII (unidades inmobiliarias) que desplegó conjuntamente en su día y los clientes de sus antiguas redes de Ono, que no son de fibra hasta el hogar, sino de HFC (híbrido de fibra coaxial). Con la unión de esos activos pretenden que el socio inversor que buscan aporte una inversión de en 1,500 y 2.000 millones de euros, y la FiberCo formada tendría la mitad de su valor en capital y la mitad en deuda, con un valor que podría alcanzar los 10.000 millone de euros. Juntas, según los cálculos, alcanzarían una cuota aproximada de mercado del 60%.
Además, también han destacado que esta red va a convertir en un referente para el desarrollo sostenible gracias al ahorro de energía. «La operación propuesta está sujeta al acuerdo final de las partes y a las autorizaciones regulatorias pertinentes», han agregado.
LA NUEVA FIBERCO DE MASORANGE Y VODAFONE
Masorange cuenta con una huella de fibra de 17 millones de hogares y su CEO le ha dicho el lunes a Pedro Sánchez que va a invertir para sumar a esta cantidad seis millones de unidades inmobiliarias más con banda ancha FTTH. Esa inversión es uno de los mayores activos a la hora de convertirla en dinero. La compañía se ha reunido a lo largo de la primavera con los representantes de Zegona en Vodafone España para formar la nueva compañía de fibra.
Ambas operadoras, la primera y la tercera en volumen de clientes de España, plantean vender al menos un 40% de la misma a un inversor que no sea un operador neutro, para poder continuar ellas con la gestión de la red, de manera que les aporte esa rentabilidad que ambas operadoras necesitan para paliar deudas (Masorange de unos 14.000 millones de euros y la otra los 5.000 millones que le ha costado a Zegona comprar Vodafone) y seguir adelante con sus actividades comerciales.
para Vodafone España supone una doble oportunidad: monetizar sus clientes de banda ancha fija mientras que encuentra una salida para cancelar su red HFC
Las dos compañías quieren cerrar el acuerdo entre ambas cuanto antes, bien a finales de este mes o en septiembre. La NetCo aporta esos 11,5 unidades inmobiliarias e incluiría los accesos de fibra FTTH que Orange y Vodafone desplegaron conjuntamente a partir de 2013, que inicialmente habían de ser seis millones pero se quedaron en tres cuando Orange optó por adquirir Jazztel y Vodafone hizo lo propio con Ono.
Así, acreditados analistas conocedores del mercado como el director de la consultora Nae, Joaquín Guerrero, reconocía que la idea de crear esta compañía de fibra entre las dos operadoras está encima de la mesa desde hace tiempo, y ya incluía esa posibilidad el folleto elaborado por Zegona para explicar sus planes en relación a Vodafone España.
Según explica Guerrero, para Vodafone España «supone una doble oportunidad: monetizar sus clientes de banda ancha fija mientras que encuentra una salida para cancelar su red HFC«. Sobre la SuperNetCo indica este analista que «recaerá la ‘obligación’ de migrar esos clientes a las redes FTTH que corresponda (y realizar las ampliaciones necesarias). Definir el reparto de los clientes y los costes asociados a los mismos y el alquiler mensual que resultará son la clave de la negociación», en su opinión.
En el caso de Masorange, el director de Nae señala como puede poner en el mercado un activo (una parte sustancial de su «nueva» red FTTH), «mientras que se asegura un papel relevante en la captación de los clientes ‘obsoletos’ de Vodafone España» y así los ingresos asociados a estos activos pueden utilizarse para «desplegar» unidades adicionales «mediante acuerdos con Telefónica (que es otra manera de reducir la deuda)».
falta la opinión del Gobierno, a través del Ministerio de Transformación Digital, porque la operación termine teniendo inversión extranjera, y del regulador nacional, la CNMC, que mirará con lupa «posibles impactos sobre la competencia de una operación inaudita
Guerrero introduce de esta manera en la ecuación a Telefónica, al decir que la operadora «puede conseguir asegurarse su parte en la cancelación del HFC (red de cobre) mientras que obtiene un empujón para completar el despliegue definitivo de las unidades inmobiliarias que le falten para cubrir España (con impacto en los operadores locales)».
En cuanto al resto del ecosistema, el analista entiende que «puede seguir manteniendo sus relaciones comerciales como hasta ahora, pero con algún tipo de acceso indirecto a la NetCo que le permita cobertura FTTH cuasi nacional, como por ejemplo Finetwork«. También cree que falta la opinión del Gobierno, a través del Ministerio de Transformación Digital, porque la operación termine teniendo inversión extranjera, y del regulador nacional, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que mirará con lupa «posibles impactos sobre la competencia de una operación inaudita«.
LAS SINERGIAS DE TELEFÓNICA Y DIGI
A principios de este mismo mes, Digi y Telefónica llegaron a un acuerdo también a largo plazo, de nada menos que 16 años, en este caso de red móvil que «refuerza los lazos entre ambas compañías optimizando el retorno de sus inversiones en red», y que entrará en vigor el 1 de enero de 2025. Se trata de una prestación por parte de Telefónica de servicios de Roaming Nacional y RAN Sharing.
Con este nuevo acuerdo, Telefónica aumenta su sostenibilidad asegurando un flujo de ingresos a largo plazo en línea con el existente, tal como reconocía la propia teleco. Digi, por su parte, se mostraba también muy satisfecha, porque al firmar, «comienza una nueva etapa en el proyecto industrial de Digi en España, que se consolida así como el cuarto operador con red móvil de nuestro país, reforzando su capacidad de inversión a largo plazo y su competitividad para continuar ofreciendo a sus clientes servicios atractivos con la máxima calidad».
Lo que queda ahora es sacar rentabilidad a las redes en las que tanto se ha invertido, tanto en las de fibra, el nuevo oro transparente que cubrirá cada casa y negocio del país, como a las frecuencias, torres y resto de la carísima infraestructura 4G y sobre todo del novedoso 5G
La asociación Etno, los analistas expertos en el mercado, los informes de consultoras y las intervenciones de los directivos de las operadoras, sobre todo en Europa, y particularmente en el fragmentadísimo panorama teleco español ya advertían que en cuanto se relajaras los impedimentos regulatorios, los operadores iban a buscar sinergias donde las hubiese y terminar en las mesas de negociación haciendo cuentas de cuánto más ganaban juntos que por separado. Y está ocurriendo. Esto, mientras Europa no frene estas iniciativas, el mercado de las telecos puede tener una gran oportunidad de hacer músculo pese a estar tan fragmentado.
Queda la fibra rural que tirar, pero poco más, y ya se está haciendo con ayudas gubernamentales. Lo que queda ahora es sacar rentabilidad a las redes en las que tanto se ha invertido, tanto en las de fibra, el nuevo oro transparente que cubrirá cada casa y negocio del país, como a las frecuencias, torres y resto de la carísima infraestructura 4G y sobre todo del novedoso 5G, que permitan a todos, por el lado mayorista o por el minorista, seguir haciendo caja. Porque el futuro va a requerir más y más inversión (6G, por ejemplo) y el sector ha entendido que solo podrá sobrevivir si en vez de competir en todo, se une para triunfar.
