En palabras de Javier Molina, analista senior de eToro, los resultados semestrales de Iberdrola «brillan con luz propia». El analista, en línea con sus homólogos del mercado, ovaciona la meteórica subida de más del 60% en los beneficios de la energética respecto a la primera mitad de 2023, un logro que debe mucho a los activos que atesora la compañía al otro lado del ‘charco’ y a su acertada estrategia de inversión en redes.
EL BÍCEPS FINANCIERO DE IBERDROLA ROMPE LA CAMISA
Los resultados del gigante presidido por Ignacio Sánchez Galán ponen sobre la mesa un incremento del 64% interanual en el beneficio neto, que alcanzó los 4.134 millones de euros de enero a junio del presente año. El comunicado de Iberdrola señala que este éxito se debe, principalmente, a las plusvalías millonarias registradas con la venta de activos en México.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) reportado a cierre de junio se situó en los 9.613 millones de euros, con un crecimiento del 27% debido a esas plusvalías de México -que suponen una contribución de 1.717 millones de euros a nivel Ebitda y de 1.165,2 millones de euros al beneficio neto- y el mejor desempeño operativo, alcanzando cerca del 90% de producción libre de emisiones.
Excluyendo las plusvalías de México y la recuperación del déficit de tarifa del Reino Unido, el Ebitda recurrente de la energética crece un 9%, hasta los 7.897 millones de euros. La cifra de negocios de Iberdrola en el periodo de enero a junio de este año ascendió a 22.637 millones de euros, con un descenso del 13,8% con respecto al mismo periodo de 2023.
La deuda financiera neta ajustada se situaba en 45.153 millones de euros, disminuyendo en 2.679 millones de euros respecto a diciembre de 2023. Asimismo, la energética sitúa su liquidez en los 21.700 millones de euros a cierre de junio, con lo que podría cubrir 24 meses de necesidades financieras sin recurrir al mercado.
«los resultados de Iberdrola recogen de manera extraordinaria los efectos positivos de las plusvalías por la venta de los activos de México»
Ángel Pérez Llamazares, equity research analyst en Renta4
Renta4 ha reaccionado al alarde contable a través de un informe de Ángel Pérez Llamazares. El analista concede que los resultados de Iberdrola «recogen de manera extraordinaria los efectos positivos de las plusvalías por la venta de los activos de México» y posteriormente profundiza en el resto de ingredientes del cóctel: «Mayor contribución de la transmisión y la distribución por mayores tarifas y mayor base de activos en Reino Unido, de los rate cases en Estados Unidos y de la distribución en Brasil, por la mayor demanda».
Todos estos factores «compensan la menor inflación y la desconsolidación de algunos activos», señala Llamazares, que etiqueta al gigante del Ibex35 con un ‘sobreponderar’ y un precio objetivo de 13,60 euros.
REDES SOBRE RENOVABLES, EL ENFOQUE ADECUADO
Por otra parte, La energética ha decidido situar las redes por encima de las renovables en el escalafón inversor, lo que según los análisis solidifica sus cimientos financieros.
Las inversiones brutas de Iberdrola en el primer semestre alcanzaron la cifra récord de 5.276 millones de euros, con un incremento del 16,0%, en línea con el plan estratégico 2024-2026 de la compañía. Por negocios, el área de redes recibió el 51% de las inversiones, alcanzando los 2.708 millones de euros en el primer semestre de 2024, lo que supone un incremento del 23% respecto al mismo periodo del año anterior.
El irrefrenable hambre de crecimiento de la compañía no asusta a los expertos, que confían en el rumbo tomado por Ignacio Sánchez Galán. Aránzazu Bueno, de Bankinter, aprueba que la mayoría de las inversiones a futuro se dirijan al negocio de redes, «que está sujeto a marcos regulatorios predecibles», alfombrando el camino de Iberdrola «hacia un perfil de negocio con más visibilidad y menos volátil».
PESE A QUE IBERDROLA PRIORIZA LAS REDES SOBRE LAS RENOVABLES, LAS INVERSIONES DEL GRUPO EN ENERGÍAS ‘VERDES’ crecieron un 10% en el primer semestre, hasta alcanzar los 2.167 millones de euros
Pese al rol más secundario al que han sido relegadas, las inversiones en renovables crecieron un 10% en el primer semestre, hasta alcanzar los 2.167 millones de euros. Gracias a estas inversiones, el grupo ha incorporado 3.100 megavatios (MW) nuevos de energías ‘verdes’, superando en la actualidad los 43.400 MW en todo el mundo.
En los últimos 12 meses, Iberdrola ha instalado unos 800 MW eólicos marinos, lo que supone un incremento del 60% respecto al mismo periodo del año anterior, ante la incorporación de Saint Brieuc (Francia), y de los primeros aerogeneradores en funcionamiento de los parques Vineyard Wind 1 (EEUU) y de Baltic Eagle (Alemania), hasta alcanzar en la actualidad los 2.300 MW.
PERSPECTIVAS 2024 Y DIVIDENDO
Esta exhibición de cifras carga de razones a la firma en su decisión de mejorar sus previsiones para el conjunto del año, en el que apunta a revalidar unas ganancias récord. La dirección prevé un incremento de doble dígito en el beneficio neto -excluyendo plusvalías por rotación de activos- gracias a la aportación de las nuevas inversiones en redes, las revisiones de tarifas en los Estados Unidos, el Reino Unido y Brasil y los 1.600 MW renovables que tiene en construcción.
En lo que respecta al dividendo, y en sintonía con lo aprobado en la Junta General de Accionistas, la compañía ha incrementado la remuneración al accionista un 11,4%, hasta los 0,558 euros por acción con cargo a los resultados de 2023. De hecho, el próximo 29 de julio la compañía abonará el dividendo complementario de 0,351 euros por acción.
GALÁN ha confirmado que Iberdrola presentará una oferta vinculante por la británica Electricity North West (ENW), SIEMPRE Y CUANDO LA OPERACIÓN ESTÉ SUJETA A UNOS «TÉRMINOS RAZONABLES»
Iberdrola ha alcanzado ya el suelo del dividendo de 0,55 euros por acción fijado en el plan estratégico, y la compañía prevé que suba hasta una horquilla de entre 0,61 y 0,66 euros por título en 2026.
Por último, Galán ha confirmado que Iberdrola presentará una oferta vinculante por la británica Electricity North West (ENW), que gestiona la red eléctrica en el Noroeste de Inglaterra, aunque condicionó la operación a unos «términos razonables».