domingo, 8 septiembre 2024

ATA da la voz de alarma por la desaparición de 72.800 autónomos que tenían trabajadores a su cargo en el último año, algo que ven «imposible» de revertir

La publicación de los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE) ha puesto de manifiesto una tendencia preocupante en el ámbito del trabajo autónomo en España. Según la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), el país ha perdido nada menos que 72.800 autónomos empleadores en el último año, lo que supone un duro golpe para la creación y el mantenimiento del empleo.

Lorenzo Amor, presidente de ATA y vicepresidente de la CEOE, ha sido contundente al señalar que «que una pequeña empresa cree empleo y lo mantenga se está convirtiendo en una misión imposible«. Estas palabras reflejan la difícil realidad a la que se enfrentan muchos trabajadores autónomos, quienes ven cómo las trabas, cargas y costes laborales les impiden mantener e incluso generar nuevos puestos de trabajo.

El Aumento de los Autónomos sin Empleados

Si bien es cierto que el número total de autónomos ha crecido en 58.300 personas con respecto al trimestre anterior, esta cifra positiva esconde un dato preocupante. Mientras que los autónomos sin empleados han aumentado en 50.200 personas en un año y en 71.600 con respecto al primer trimestre de 2024, el número de autónomos empleadores ha sufrido una caída de 15.000 en un solo trimestre.

Para Lorenzo Amor, esta situación es «preocupante«, ya que, si bien el empleo crece, «cae el número de autónomos empresarios que crean empleo«. Esta dicotomía pone de manifiesto la difícil situación a la que se enfrentan los trabajadores autónomos que tienen la responsabilidad de generar y mantener puestos de trabajo.

El Impacto en el Conjunto de la Economía

La pérdida de 72.800 autónomos empleadores en un año tiene un impacto directo en el conjunto de la economía española. Estos empresarios autónomos desempeñan un papel fundamental en la creación y el mantenimiento del empleo, por lo que su desaparición supone una amenaza para la recuperación y el crecimiento económico del país.

Según los datos de la EPA, de los 21,7 millones de ocupados en España, 3,2 millones son trabajadores por cuenta propia, entre los que se encuentran 956.000 empleadores. La caída de este último grupo, que representa casi la mitad de los trabajadores autónomos, es un indicador claro de la fragilidad del tejido empresarial y de la necesidad urgente de adoptar medidas que permitan a los autónomos mantener y generar nuevos puestos de trabajo.

En este contexto, la voz de alarma lanzada por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) debe ser atendida con la máxima seriedad por parte de las autoridades competentes. Garantizar un entorno propicio para que los autónomos puedan desarrollar su actividad y crear empleo se ha convertido en una prioridad ineludible para asegurar la recuperación y el crecimiento de la economía española.


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