Durante esta última semana de julio, una intensa ola de calor, anticipada por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), ha impactado significativamente la vida cotidiana de las personas. Las temperaturas extremas han afectado diversas áreas, desde la salud pública hasta la economía, obligando a adaptaciones en los horarios laborales y en las actividades al aire libre. Los sistemas de salud han estado en alerta ante el aumento de casos de insolación y deshidratación, especialmente entre los más vulnerables. Además, el consumo energético ha escalado debido al uso extensivo de sistemas de refrigeración, poniendo a prueba la infraestructura eléctrica y fomentando debates sobre la sostenibilidad y la preparación ante futuros eventos climáticos extremos. Pero ahora, la Agencia avisa de la llegada de un frente que lo cambiará todo.
3Aunque en Madrid, Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha hizo mucho calor con temperaturas cercanas a los 40 grados
Aunque las temperaturas comenzaron a disminuir en algunas partes del país, Madrid, Extremadura, Andalucía, y Castilla-La Mancha aún experimentaron un calor intenso, con termómetros rozando los 40 grados. Este persistente calor extremo ha impactado significativamente la vida diaria, limitando las actividades al aire libre y aumentando la dependencia de sistemas de refrigeración. La salud pública ha sido una preocupación, con autoridades instando a la población a tomar precauciones adicionales para evitar golpes de calor y deshidratación, especialmente en las poblaciones más vulnerables como ancianos y niños.
