Durante esta última semana de julio, una intensa ola de calor, anticipada por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), ha impactado significativamente la vida cotidiana de las personas. Las temperaturas extremas han afectado diversas áreas, desde la salud pública hasta la economía, obligando a adaptaciones en los horarios laborales y en las actividades al aire libre. Los sistemas de salud han estado en alerta ante el aumento de casos de insolación y deshidratación, especialmente entre los más vulnerables. Además, el consumo energético ha escalado debido al uso extensivo de sistemas de refrigeración, poniendo a prueba la infraestructura eléctrica y fomentando debates sobre la sostenibilidad y la preparación ante futuros eventos climáticos extremos. Pero ahora, la Agencia avisa de la llegada de un frente que lo cambiará todo.
2Incluso la AEMET registró lluvias débiles en el norte del país
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha registrado precipitaciones débiles en el norte del país, un cambio climático que contribuye al descenso de las temperaturas tras una ola de calor persistente. Estas lluvias, aunque ligeras, han sido suficientes para refrescar el ambiente y ayudar a mitigar la sequía que afecta varias regiones. Además, han traído alivio a los ecosistemas locales y a la agricultura, que sufre las consecuencias del calor extremo. Esta leve mejora en las condiciones meteorológicas ha sido bien recibida por los residentes, esperanzados en una continuación de esta tendencia.
