sábado, 21 diciembre 2024

Repsol insiste en engalanar el dividendo a pesar del mal momento del gas y el refino

Repsol no ha permitido que la caída en los precios del gas y la electricidad y la disminución de los márgenes de refino condicione su política de retribución a los inversores. La petrolera dirigida por Josu Jon Imaz considera innegociable la prioridad de ‘malcriar’ a los accionistas, incrementando las remuneraciones a los mismos a golpe de ingeniería financiera. Así lo reflejan sus resultados semestrales, cuya audacia ha sido en general aprobada por los expertos, aunque con alguna que otra suspicacia.

LAS CIFRAS: UN BENEFICIO NETO DISPARADO

Este miércoles, Repsol reportó un beneficio neto de 1.626 millones de euros en el primer semestre del año, lo que representa un incremento del 14,5% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, en un contexto marcado por los bajos precios del gas y unos menores márgenes de refino.

Mientras, el resultado neto ajustado del grupo, que mide específicamente la marcha de los negocios, alcanzó los 2.126 millones de euros a cierre de junio, un 21,8% inferior a los seis primeros meses de 2023.

El flujo de caja de las operaciones durante el segundo trimestre de 2024 ascendió a 925 millones de euros, 770 millones de euros inferior al mismo periodo del año pasado, debido principalmente a la salida de caja por la adquisición del 49% restante en Repsol Resources UK y al acuerdo para cerrar el procedimiento arbitral con Sinopec. Excluyendo este efecto, el flujo de caja de las operaciones durante el trimestre fue 216 millones de euros superior respecto al mismo periodo de 2023.

Por su parte, la deuda neta del grupo al cierre del segundo trimestre de 2024 se situó en 4.595 millones de euros, 694 millones de euros más a la cifra al cierre del primer trimestre de este año, debido principalmente al programa de recompra de acciones y a nuevos contratos de arrendamientos.

los especialistas consideran que el buen desempeño de repsol se basa en el mejor comportamiento del negocio de exploración y producción, que durante el primer semestre ha compensado el mal momento de los precios energéticos y del refino

Mientras, la liquidez de Repsol a cierre de junio se situó en 9.669 millones de euros -incluyendo las líneas de crédito comprometidas no dispuestas-, lo que supone 3,09 veces los vencimientos de deuda bruta a corto plazo.

Repsol destacó que su contribución fiscal en los primeros seis meses de este año alcanzó a los 5.802 millones de euros, de los cuales 3.895 millones de euros fueron en España). En estas cuentas de enero a junio ya se incluyen 335 millones de euros correspondientes al impacto del gravamen especial del Gobierno para las energéticas y la banca.

Pablo Fernández de Mosteyrín, analista de la financiera Renta4, ha manifestado en un informe al respecto que las cuentas hechas públicas por Repsol «superan las expectativas», tanto de la propia Renta4 como del consenso de especialistas. Mosteyrín considera que la expansiva estrategia de la compañía vasca se asienta sobre «el mejor comportamiento en el negocio de exploración y producción, que se beneficia de los mayores precios de realización y volúmenes de crudo». El experto estampa sobre la petrolera una recomendación de ‘sobreponderar’ y un precio objetivo de 19,5 euros por acción.

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Josu Jon Imaz, CEO de Repsol

Mosteyrín adelanta que, de cara a la conferencia de resultados -que se celebrará el 24 de julio- «prestaremos especial atención a la evolución y expectativas de los volúmenes de producción y los márgenes de refino para el resto del año; el guidance para la segunda mitad del ejercicio y 2025 y la evolución y expectativas de inversión en los diferentes negocios.

EL DIVIDENDO ES SAGRADO PARA REPSOL

A pesar de la difícil coyuntura en varios de los segmentos de su negocio, el grupo persevera en su política de remuneración a sus accionistas: ha anunciado un segundo programa de recompra de acciones y una reducción de capital que se llevará a cabo mediante la amortización de 20 millones de acciones propias durante la segunda mitad de este año.

Con 1.128 millones de euros comprometidos como dividendo en efectivo en 2025, la compañía distribuirá a sus accionistas 0,975 euros brutos por acción en 2025, lo que representa un aumento de mas de un 8% en comparación con 2024.

BANKINTER APLAUDE LA «ATRACTIVA REMUNERACIÓN AL ACCIONISTA» PROPUESTA POR REPSOL Y RECOMIENDA COMPRAR TÍTULOS DE LA PETROLERA, PERO PONE SU PRECIO OBJETIVO EN REVISIÓN

En este sentido, el análisis de Bankinter, además de aplaudir las «buenas cifras» de la empresa, que demuestran «su capacidad de desenvolverse en contextos adversos como el actual», destaca la «atractiva remuneración al accionista», con peso específico en la decisión del banco de conceder a Repsol la recomendación ‘comprar’. Los considerables riesgos asumidos le han valido, eso sí, que su precio objetivo haya sido puesto en revisión por la entidad financiera.

Repsol distribuyó un dividendo en efectivo de 0,90 euros brutos por acción, incluyendo una remuneración de 0,40 euros por acción y 0,50 euros por acción en enero y julio respectivamente. Esto representa un incremento cercano al 30% respecto a la remuneración de 2023.

Adicionalmente, la compañía amortizó 40 millones de acciones propias el 12 de julio de 2024, finalizando de esta forma la primera reducción de capital de 2024. Desde 2022, la compañía ha amortizado 350 millones de acciones, un 22,9% del capital social a 31 de diciembre de 2021.

En total, el grupo prevé destinar 4.600 millones de euros a dividendo en efectivo hasta 2027, a lo que se puede sumar la recompra y amortizaciones de acciones por un valor de hasta 5.400 millones, para alcanzar un rango de distribución a los accionistas de entre el 25% y el 35% del flujo de caja operativo del periodo.


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