España atraviesa una ola de calor, y Mediaset España ha trasladado a los participantes del programa a un nuevo escenario. El popular programa de citas a ciegas de Cuatro ahora se emite en Telecinco como First Dates Hotel, donde los solteros se encuentran en un acogedor hotel boutique en la costa alicantina, ofreciendo un entorno fresco y veraniego.
1First Dates y sus sorpresas
First Dates Hotel estrenó su primer programa, ofreciendo a los espectadores la oportunidad de presenciar citas únicas y sorprendentes. Entre ellas, destacó la de Quico y Anya. Quico, un soltero de 41 años, trabaja como masajista erótico y tiene una pasión por la escritura. La dinámica del nuevo entorno, un acogedor hotel boutique en la costa alicantina, añadió un toque especial a esta cita peculiar. El programa promete muchas más historias interesantes y emotivas en sus próximos episodios.
«Soy muy sensual, me gusta mucho el erotismo, pero no es que tenga yo unos gustos muy complicados«, confesó Quico en uno de los totales del programa. Poco después, el equipo de First Dates Hotel le presentó a Anya, una mujer de 42 años que trabaja como creadora de contenido especializada en educación sexual y relaciones. La combinación de sus intereses prometía una cita llena de química y conversaciones interesantes, enriqueciendo la dinámica del programa y ofreciendo a los espectadores una visión fresca y atrevida sobre el mundo de las citas.
«Casi todas las relaciones que he tenido han sido abiertas, nunca me he preocupado de la exclusividad. En el sexo soy bastante abierta, me gusta experimentar muchas cosas«, afirmó Anya durante su entrevista. Después de conocerse, Quico y Anya se trasladaron al restaurante del hotel con el objetivo de profundizar en su conexión. La cena en el acogedor entorno del First Dates Hotel les ofreció la oportunidad perfecta para explorar sus intereses comunes y descubrir si su química inicial podía convertirse en algo más profundo.
La soltera mostró mucha curiosidad por la profesión de su cita y le pidió que hablara sobre el tema. «Soy masajista erótico«, confesó Quico. «¿Eso no es masturbar?» le preguntó ella directamente. «No, no es un masaje tántrico, es más sensual y de conectar con las energías eróticas«, respondió Quico. Esta conversación inicial despertó el interés de Anya, que parecía intrigada por la naturaleza del trabajo de Quico. Con el ánimo de conocerse mejor, continuaron conversando mientras disfrutaban de la atmósfera del restaurante en el First Dates Hotel.
