Si hay un punto positivo en medio de los cada vez mayores alcances que tiene la inteligencia artificial (IA) en nuestra sociedad, es el aporte que esta clase de herramientas hacen (y podrán hacer en el futuro) a los campos de la medicina y la salud, pues cada vez son más las tecnologías de este tipo las que apoyan significativamente la labor de los doctores, e incluso, superan el alcance humano bajo estos contextos.
Como muestra de lo anterior, en el pasado hemos hablado del uso de la inteligencia artificial para estudiar células de mamut y extraer de ellas antibióticos más potentes, así como del empleo de estas herramientas en el estudio de cánceres familiares, por ejemplo. Pues bien, en esta oportunidad abordaremos un estudio cuyas conclusiones han arrojado que la IA logra detectar con mayor efectividad los casos de cáncer de próstata.