Google se lo ha pensado mejor y ha decidido echar atrás en su decisión de libranos a todos de las cookies, los elementos informáticos que servían para recoger nuestra información de navegación y facilitársela a los algoritmos y gurús de la publicidad en internet para mostrarnos lo que suponían que queríamos ver o, incluso, comprar. El gigante de las búsquedas ha decidido dar a los usuarios de su navegador Chrome la opción de elegir una experiencia más sensible a la privacidad, en lugar de eliminar gradualmente las cookies.
La eliminación total del software que permite a los vendedores rastrear a los usuarios habría supuesto tal impacto en los editores, anunciantes y otros involucrados en el creciente negocio de la publicidad digital, que Google se lo ha pensado mejor, tal y como ha anunciado a través de este blog el vicepresidente de Google, Antonio Chávez. Está claro que Google ha hecho cuentas y hacer desaparecer las cookies puede llegar a lastrar significativamente su inmeso y lucrativo negocio publicitario en Chrome, que en 2023 sumaron 237.86 millones de dólares, según Statista.
Los usuarios ya contamos con la opción de bloquear las cookies en Chrome a través dela configuración del navegador. A partir de ahora, además, Google nos avisará para que decidamos activar o desactivar estas cookies. Pero por el momento solo va a llegar hasta ahí. Nada de eliminarlas de un plumazo.
Google ha hecho cuentas y hacer desaparecer las cookies puede llegar a lastrar significativamente su inmenso y lucrativo negocio publicitario en Chrome, que en 2023 sumaron 237.86 millones de dólares
Según lo dicho por el directivo en el escrito, la empresa está «proponiendo un enfoque actualizado que eleva la capacidad de elección del usuario. En lugar de desaprobar las cookies de terceros, introduciríamos una nueva experiencia en Chrome que permite a las personas tomar una decisión informada que se aplica a toda su navegación web, y podrían ajustar esa decisión en cualquier momento».
También ha reconocido que están «debatiendo este nuevo camino con los reguladores y nos comunicaremos con la industria a medida que lo implementemos«, y que a medida que estas conversaciones con los reguladores avancen, «seguiremos poniendo a disposición las API de Privacy Sandbox e invertiremos en ellas para mejorar aún más la privacidad y la utilidad. También tenemos la intención de ofrecer controles de privacidad adicionales, por lo que planeamos introducir la protección de IP en el modo de incógnito de Chrome».
GRAN CAMBIO EN GOOGLE Y PEQUEÑO PARA LA PRIVACIDAD
Aunque parece una marcha atrás sobre lo que se pretendía hacer, la medida supone un gran cambio para Google, que durante años ha trabajado para implementar Privacy Sandbox, su plan para reemplazar las cookies por otras herramientas para los anunciantes. La compañía ha indicado que seguirá ofreciendo esas herramientas a los desarrolladores.
Y es que no debemos olvidar que si Google hace desaparecer totalmente las cookies de su navegador, las empresas, agencias y anunciantes deberían recopilar datos de primera mano ellas mismas. Una transición hacia una navegación en Chrome sin cookies representa una oportunidad y un desafío, porque las empresas va a tener que plantearse invertir en conseguir una información que antes se la daba Google prácticamente de manera gratuita. Los profesionales de la publicidad tendría que acabar invirtiendo en tecnologías avanzadas, como la IA, y en la formación de su personal para adaptarse a esta nueva realidad.
Este cambio crucial impediría el uso de cookies para acciones de remarketing o segmentación, con lo que aumentaría la necesidad de contratar a desarrolladores web y analistas de datos para poder gestionar, recopilar y analizar óptimamente estos datos propios, y de invertir en ética y manejo de datos de la inteligencia artificial con transparencia y responsabilidad. Y eso resulta bastante caro.
Google durante años ha trabajado para implementar Privacy Sandbox, su plan para reemplazar las cookies por otras herramientas para los anunciantes
Los reguladores ya se han puesto en marcha. Así, la Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido (CMA), que regula la industria tecnológica ya ha inidcado a principios de esta semana que va a recabar comentarios sobre el nuevo enfoque de Google hasta el 12 de agosto. La agencia británica estaba revisando los planes de Google después de recibir más inquietudes al respecto desde comienzos de 2024.
Precisamente la CMA lleva años negociando con Google sobre su plan de eliminar progresivamente las cookies de terceros. La agencia había investigado anteriormente la propuesta de la empresa de eliminar las cookies que utilizan los editores y los anunciantes para rastrear a los usuarios y medir el éxito de las campañas publicitarias, diciendo que le preocupaba que los cambios pudieran «impedir la competencia en los mercados de publicidad digital».
Por su parte, los defensores de la privacidad que llevan años quejándose de la «persecución» del software de Google a sus usuarios han expresado su decepción por esta marcha atrás de la compañía. Por ejemplo, el vicepresidente ejecutivo de GumGum, Adam Schenkel, una empresa de tecnología publicitaria que se centra en la publicación de anuncios sin datos personales, ha mostrado su contrariedad por la medida anunciada al indicar que «la decisión de Google es miope, especialmente en lo que se refiere a la privacidad«, porque, según añadió, «los reguladores, los consumidores e incluso las marcas han reconocido los problemas de privacidad asociados con las cookies y han estado trabajando para encontrar soluciones más respetuosas con la privacidad.
