Los resultados semestrales de Enagás dejaron de ser una incógnita este lunes, cuando el grupo reportó, como se esperaba, un sólido margen de beneficios, catapultado por la venta de la compañía estadounidense Tallgrass. A pesar de que la gasística ha admitido que sus faraónicos planes en el área del hidrógeno renovable podrían reducir (todavía más) el reparto de dividendos, el mercado ha acogido con agrado el balance de la empresa dirigida por Arturo Gonzalo.
Enagás proclamó el satisfactorio progreso de su plan estratégico 2022-2030, subrayando la relevancia que para el mismo ha tenido la reciente operación de venta del 30,2% que poseía en el capital de Tallgrass Energy, a cambio de 1.100 millones de dólares (1.018 millones de euros).
«A PESAR DE LAS MINUSVALÍAS CONTABLES, LA VENTA DEL 30,2% DE TALLGRASS ES POSITIVA PARA ENAGÁS, YA QUE LE PERMITE REDUCIR DEUDA Y AFRONTAR CON MÁS HOLGURA LAS INVERSIONES EN HIDRÓGENO»
Bankinter
El equipo de análisis de Bankinter considera que a pesar de las «minusvalías contables», esta desinversión es «positiva» para el grupo. La entrada de fondos permite reducir deuda (-30%) y mejorar el ratio entre deuda neta y flujo de caja operativo (FFO) para el periodo 2024-26 (22% desde 15%) -desgrana Bankinter- «Esto coloca al grupo en una posición financiera más cómoda para asegurar el reparto de dividendos a los accionistas y afrontar con más holgura las futuras inversiones en infraestructuras de hidrógeno verde».
La entidad financiera destaca que el precio obtenido por Tallgrass es superior al establecido por el consenso de mercado, lo que añade valor a la operación. Los fondos obtenidos de la misma, que se enmarca en la política de rotación de activos del Plan Estratégico 2022–2030 de Enagás, se emplearán en la cancelación de la deuda bancaria de mayor coste -en dólares- y de parte del bono con vencimiento en febrero de 2025.
ENAGÁS OBTENDRÁ RÉDITOS DE SU APUESTA POR EL HIDRÓGENO
Arturo Gonzalo y su equipo han defendido su apuesta por las infraestructuras de hidrógeno renovable con un fervor casi religioso y, hasta el momento, con éxito: todos los grandes proyectos de hidrógeno de la compañía han sido considerados Proyectos de Interés Común europeos (PCI). En este ámbito, los ‘platos fuertes’ son la Red Troncal del Hidrógeno en España y, sobre todo, el corredor H2Med, un gran proyecto de interconexión energética que enlazará puntos clave del suministro español y portugués con Francia y Alemania.
Bankinter respalda esta política, preconizando que el apoyo al hidrógeno verde por parte de la Comisión Europea supone «una oportunidad de crecimiento a futuro» para Enagás: «Las inversiones relacionadas con el H2Med, junto con las inversiones de la Red Troncal de Hidrógeno en España, han sido consideradas como Proyectos de Interés Común Europeo y son susceptibles de recibir subvenciones» -destaca el análisis del banco- «Enagas estima una inversión de 3.200 millones de euros en hidrógeno en el periodo 2027-30 para el grupo, de los que que las subvenciones pueden representar un 40% del total.
EL DIVIDENDO Y EL LAUDO DE PERÚ
Bankinter, por consiguiente, le coloca al gestor gasístico español una sólida recomendación de ‘comprar’ y un precio objetivo de 16,20 euros por acción.
Renta4 comparte hasta cierto punto este optimismo, colgando a la compañía el cartel de ‘sobreponderar’ y un precio objetivo aún mayor, de 18,23 euros por título. La gestora financiera, sin embargo, tiene reservas respecto al futuro del dividendo, que más allá de 2026 «podría situarse en un rango de entre 0,8 euros y 1 euro por acción para cumplir con los requisitos de sostenibilidad del rating a largo plazo».
EL ARBITRAJE ENTRE ENAGÁS Y PERÚ POR EL FIASCO DEL GASODUCTO SUR PERUANO (GSP) ES UN ASUNTO DE GRAN IMPORTANCIA PARA LA GASÍSTICA ESPAÑOLA, QUE SE JUEGA MÁS DE 500 ‘KILOS’ EN EL ENVITE
Otro asunto que inquieta es la resolución del arbitraje entre Enagás y Perú por el fiasco del Gasoducto Sur Peruano (GSP), en el que la compañía española se juega una cantidad superior a los 500 millones de euros. La resolución del proceso, en manos del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi), sigue acumulando retrasos y el laudo, que se esperaba para finales de junio, sigue sin llegar.
Renta4 aconseja a los inversores poner el foco en el devenir de este conflicto internacional, además de la solicitud de fondos CEF (Connecting Europe Facility) para los estudios de los proyectos incluidos en la lista de PCIs, el inicio de las consultas públicas de la CNMC sobre las circulares de metodología de la tasa de retribución financiera, el anuncio de lanzamiento de la segunda subasta del Banco Europeo del Hidrógeno en 2024, la publicación de la versión definitiva del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y el inicio de transposición de la Directiva europea de los Mercados de Hidrógeno y Gas Descarbonizado.
LOS NÚMEROS DE ENAGÁS EN EL PRIMER SEMESTRE
Excluyendo el efecto de la rotación de activos por la venta de Tallgrass y del gasoducto de Morelos en México, el Beneficio Después de Impuestos (BDI) de Enagás en los seis primeros meses de año se ha situado en los 148 millones de euros, un 10% más que en el mismo periodo del año anterior. Incorporados los efectos de la rotación de activos, el BDI del semestre se sitúa en -210,8 millones de euros.
A 30 de junio, el resultado bruto de explotación (Ebitda) de la compañía ha alcanzado los 385,7 millones de euros, un 3,7% más respecto al mismo periodo del año anterior, lo que supone el primer crecimiento desde que entró en vigor el Marco Regulatorio 2021-2026. La compañía, asimismo, ha reportado una «sólida» posición de liquidez, que al cierre del semestre alcanzaba los 3.337 millones de euros.
La gasística reducirá su deuda neta en alrededor de 1.000 millones de euros en 2024, gracias a la entrada de caja por la venta de su participación en Tallgrass. Con esta amortización, el coste bruto estimado de la deuda de la compañía se reduce al 2,6%, lo que representa un ahorro medio del gasto financiero bruto de la compañía de 40 millones de euros al año a partir de 2025.