Delivery Hero y Glovo aparecen en el centro de la atención de Bruselas por un posible acuerdo de precios en el delivery de comida

La Comisión Europea ha anunciado el inicio de una investigación sobre posibles prácticas de competencia desleal por parte de las principales empresas de reparto de comida a domicilio en Europa, Delivery Hero y Glovo. Según la vicepresidenta del Ejecutivo comunitario encargada de Competencia, Margrethe Vestager, sus servicios sospechan que estas dos plataformas habrían participado en un cartel para pactar precios y compartir otro tipo de información sensible.

De confirmarse estas sospechas, se trataría de una conducta susceptible de «constituir una infracción de las normas de competencia de la Unión Europea», con posibles «efectos negativos» en los precios y en la variedad de oferta para los consumidores, así como en las posibilidades laborales ofrecidas a sus trabajadores. Esta investigación marca la primera vez que Bruselas abre un expediente de este tipo en el contexto de una participación minoritaria de un operador en un competidor.

LA PARTICIPACIÓN MINORITARIA DE DELIVERY HERO EN GLOVO

Delivery Hero y Glovo son dos de las mayores empresas de envío de comida a domicilio de Europa, y desde julio de 2018 la primera poseía una participación minoritaria de la segunda. Posteriormente, en julio de 2022, Glovo adquirió el control exclusivo de la otra plataforma.

Según la Comisión Europea, le preocupa que estas dos compañías se hayan repartido mercados geográficos y compartido información comercialmente sensible, como pueden ser las estrategias comerciales, los precios, la capacidad, los costes y las características del producto. Bruselas también investiga si las dos compañías se pusieron de acuerdo para no captar a empleados del otro.

Los servicios comunitarios consideran que estas prácticas podrían haberse visto facilitadas por la participación minoritaria de Delivery Hero en Glovo, lo que de confirmarse sería una violación de las normas de competencia comunitarias.

EL IMPACTO POTENCIAL SOBRE CONSUMIDORES Y TRABAJADORES

De confirmarse las sospechas de la Comisión Europea, estas prácticas anticompetitivas podrían tener efectos negativos tanto para los consumidores como para los trabajadores del sector.

En el caso de los consumidores, los precios y la variedad de oferta podrían verse perjudicados por un acuerdo de reparto de mercados y fijación de precios entre las dos principales plataformas de reparto. Esto limitaría la competencia y la capacidad de elección de los usuarios.

Asimismo, la coordinación de estas empresas para no captar empleados mutuamente podría restringir las oportunidades laborales de los repartidores y otros trabajadores del sector, reduciendo sus posibilidades de mejora salarial y de condiciones de trabajo.

La Comisión Europea ha iniciado ahora una investigación pormenorizada con carácter prioritario, aunque no hay un plazo legal establecido para concluir el expediente. Este caso representa un nuevo frente en la batalla de Bruselas por garantizar la competencia efectiva en el dinámico mercado de los servicios de entrega a domicilio, que ha experimentado un fuerte crecimiento en los últimos años.