Oportunidades laborales en la Administración General del Estado con la nueva oferta de empleo público de 2024

Más de 40 000 personas celebrarán, en los próximos meses, el hecho de haber obtenido una plaza como funcionario del Estado. Los profesionales integrarán cuerpos de la Administración General, la Guardia Civil, la Policía o el Ejército, según los datos de plazas publicados en la OEP 2024.

De todos los puestos que se ofrecen, el de agente de hacienda es uno de los más atractivos. Es uno de los más interesantes para aquellos interesados por el Derecho tributario y que quieren integrarse en la administración pública de una forma asequible y no excesivamente exigente. Se puede encontrar toda la información relativa a las oposiciones de agente de hacienda en el enlace.

Agente de hacienda: un empleo público con alta demanda

Son 823 las plazas libres para acceder a un puesto de agente de hacienda, según los datos publicados en la OEP 2024. Los profesionales que superen el examen de acceso y logren la plaza se enfrentarán a un futuro profesional apasionante, con decenas de responsabilidades de mucha importancia para el funcionamiento de las administraciones públicas.

Los agentes de hacienda son trabajadores a pie de campo. Esto quiere decir que sus labores pasan por servir de puente entre los ciudadanos y las empresas y el Estado.

Considerado como un profesional especializado dentro del cuerpo administrativo general, el agente basa su día a día en la elaboración de ciertos trámites exigidos por los técnicos y los inspectores de hacienda: preparación de documentación, gestión de expedientes, tareas encaminadas a la recaudación de deudas tributarias…

El abanico de posibilidades es muy amplio y hace que este puesto de trabajo resulte atractivo para muchas personas, puesto que una vez incorporados a la oficina correspondiente, es posible enfocar las tareas del día a día hacia aquello en lo que se es más eficiente.

En general, se fijan tres grandes áreas de actuación para el agente de hacienda:

Gestión tributaria

En esta área se incluye todo lo que tiene que ver con la aplicación de impuestos, gestión de declaraciones, comprobación de las mismas e incluso ofrecer información al público general sobre los tributos.

Inspección tributaria

Dependiente de la primera, la inspección sirve para comprobar que los ciudadanos o empresas han realizado bien todas sus declaraciones y liquidaciones de impuestos. En caso de advertir errores, se encarga de regularizarlos con la liquidación correspondiente en cada momento.

Recaudación

La recaudación tiene que ver con todos los procesos, papeleos y gestiones que se tienen que llevar a cabo para cobrar las deudas tributarias de la población.

Las tareas dentro de cada una de estas tres áreas también son muy amplias y diversas. Se incluyen acciones meramente administrativas, pero también se puede llegar incluso a participar de manera activa en la investigación de los patrimonios de los contribuyentes o a la hora de preparar subastas de bienes que la administración realiza de manera regular.

Un trabajo rico, variado y apasionante que hace que muchísimas personas concurran para lograr una de esas ochocientas plazas que les ayudarán a cambiar sus vidas con un puesto de trabajo fijo como funcionarios públicos.