La muralla de Ávila es un testimonio vivo de la arquitectura defensiva, conservada integralmente a lo largo de sus 2000 años de historia. Resistiendo todos los avatares del tiempo, sigue impresionando por su robustez y belleza, siendo uno de los monumentos más destacados y mejor conservados en todo el mundo.
1¡Ávila y su encanto historico!
Todos los registros confirman la continuidad de la muralla a lo largo de 2.000 años, aunque en diversos estados de conservación. Ha sido testigo de períodos turbulentos como la época tardoantigua y su apogeo durante la plena Edad Media, el cual nos ha llegado íntegro. Esta imponente estructura no solo protegía, sino que también simbolizaba el poderío y la resistencia de Ávila a lo largo de la historia, dejando un legado impresionante en la arquitectura defensiva mundial.
Mandada reconstruir por Alfonso VI después de la conquista de Toledo, la muralla de Ávila experimentó otra importante intervención bajo Alfonso VIII, cuya estructura es la que perdura hasta hoy. Estos períodos no solo destacaron por la necesidad de defensa, sino también por el esplendor que alcanzó la ciudad. La muralla, símbolo de resistencia y fortaleza, refleja la habilidad y el ingenio arquitectónico de la época medieval, marcando un legado histórico que perdura como testimonio tangible de la grandeza de Ávila.
La muralla de Ávila, construida sobre roca firme, es una formidable fortificación de mampostería granítica unida con mortero de cal. Su diseño, casi rectangular, está orientado de este a oeste, comenzando por los frentes más vulnerables. El lienzo este, especialmente robusto debido a su difícil defensa en terreno llano, destaca con muros de 3 metros de grosor y aproximadamente 12 metros de altura, con torres semicirculares cada 20 metros. Este tramo alberga las puertas principales, influenciadas por el diseño islámico, mostrando la habilidad técnica y estratégica de su construcción medieval.
La muralla tiene unas dimensiones de 33 ha. en su interior, 2.516 m. de longitud desde su origen. En origen tuvo 88 cubos o torreones, desapareciendo uno en el siglo XVI para construir la Capilla de San Segundo junto a la Catedral, por lo que en la actualidad cuenta con 87, en el lienzo septentrional y el poniente las puertas pierden en majestuosidad, observándose en sus torres las huellas de los obreros mudéjares (empleo del ladrillo). El lienzo meridional, quizás por ser el más agreste, presenta torres de menor tamaño, tendiendo a circulares y más espaciadas en la zona más próxima al río
En el siglo XVI, la muralla de Ávila continuó desempeñando roles de seguridad sanitaria y control económico. Se realizaron reformas para su mantenimiento, aunque con el cese de las amenazas bélicas, se optó por desmontar defensas adicionales como la barbacana y el foso, que resultaban ineficaces frente a la evolución de la maquinaria militar de la época. Esta decisión refleja la adaptación de la fortificación a nuevas necesidades y tecnologías, marcando una transición hacia un enfoque más pragmático en la gestión de la defensa y administración urbana de Ávila.
