Cuando es verano y el calor se vuelve insoportable, muchas personas encuentran difícil dormir bien. Las altas temperaturas nocturnas interrumpen el sueño, provocando sudoración y malestar. Los ventiladores y aires acondicionados pueden ayudar, pero no siempre son suficientes. Es recomendable usar sábanas ligeras y ropa de cama transpirable para mantenerse fresco. Las duchas frías antes de acostarse pueden ser un alivio temporal. Además, beber agua fría y mantener la habitación oscura y ventilada mejora las condiciones para dormir. La calidad del sueño en verano puede verse afectada, pero con algunos ajustes, es posible descansar mejor. Por eso en este artículo te explicamos cómo descansar como un bebé con estos milagrosos trucos.
3El ventilador puede ser una buena opción, pero no es definitiva
El ventilador puede ser una buena opción, pero no es definitiva: solo remueve el aire caliente. Aunque crea una sensación de frescura, no enfría realmente el ambiente. En noches de calor extremo, su efectividad se reduce, ya que solo mueve el aire sin disminuir la temperatura. Aun así, es más económico y consume menos energía que el aire acondicionado. Para mejorar su eficacia, se puede combinar con otros métodos, como mantener las ventanas abiertas y usar sábanas ligeras, ayudando a mitigar el calor de manera más sostenible.